La premisa misma de la serie presenta un paralelismo sorprendente con la creación del mundo según la Biblia. Así como Dios creó la Tierra en el libro del Génesis, en “Secret Wars” un ser todopoderoso construye un planeta para albergar la lucha definitiva entre el bien y el mal. Esta reminiscencia bíblica es aún más palpable al comparar el concepto de un ser invisible que dirige los eventos detrás de escena. En el Antiguo Testamento, Jehová actúa a menudo de manera imperceptible, mientras que en el Nuevo Testamento, Dios se manifiesta como “Emmanuel” es decir, “Dios con nosotros”
El papel de los autores y creadores de la serie es crucial en la presentación de estos temas. La serie inicia con una declaración que introduce un universo más allá del tiempo y el espacio, un universo en el cual un ser supremo se interesa por nuestro mundo y viene hacia él. Este ser es descrito como “Aquel que Es Todo” un término que evoca la descripción divina de Dios en el libro de Éxodo 3-14, cuando revela su nombre a Moisés: “Yo soy el que soy” Esta conexión entre los nombres divinos resalta la influencia de las Escrituras en la narrativa de la serie.
La llegada de este ser a la Tierra se asemeja tanto a la primera venida de Jesús como a su segunda, creando un vínculo entre la historia bíblica y la trama del comics. Las similitudes son aún más evidentes cuando se considera que este personaje conocido como “Aquel que Es Todo” es capaz de atravesar vastos espacios cósmicos para llegar a nuestro planeta, recordándonos el concepto de Dios como el creador del universo.
Los diálogos en la serie a menudo juegan con paradojas y reflexiones religiosas. Un personaje, al enterarse de su presencia, sugiere que se rece por la situación, invocando la necesidad de la oración en tiempos de crisis. A través de la telepatía, el Profesor X alerta a otros superhéroes sobre su llegada, lo cual funciona como una recapitulación de los eventos de la primera miniserie.
En conclusión, “Secret Wars II” de Marvel Comics presenta una serie de paralelismos y elementos teológicos que pueden ser, para algunos, interpretados como provocativos hacia la fe cristiana. Aunque no se puede afirmar con certeza que los autores tuvieran intenciones de este tipo, la presencia de similitudes con narrativas bíblicas y representaciones de un ser todopoderoso plantea interrogantes y desafíos en relación con la fe y la religión. Ya sea que estas semejanzas sean conscientes o no, contribuyen a una exploración profunda de cómo las narrativas culturales pueden interactuar con cuestiones teológicas y religiosas.
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