La canción utiliza metáforas como “flores en su ombligo”, “barcos de papel sin altamar” y “bicicletas de cristal” para ilustrar una visión idealizada y mágica de la realidad, propia de la imaginación infantil. Estos elementos contrastan con la dureza y complejidad del mundo adulto, sugiriendo la necesidad de proteger esa perspectiva pura y sencilla que solo se encuentra en los sueños de los niños. La repetición de la idea de que el niño se siente “gorrión” y juega “en los jardines de un lugar que jamás despierto encontrará” refuerza la noción de que existe una belleza y libertad en los sueños infantiles que se pierde al despertar a la realidad adulta.
Musicalmente, la canción se caracteriza por una melodía suave y envolvente que complementa la profundidad de su letra. La interpretación vocal de Spinetta añade una capa adicional de emotividad, transmitiendo una sensación de nostalgia y anhelo por preservar la inocencia infantil.
Es relevante mencionar que “Plegaria para un niño dormido” es una de las primeras composiciones de Spinetta donde emergen temas recurrentes en su obra, como la infancia y la inocencia. Su lírica fusiona el universo de los sueños con elementos cotidianos, creando una amalgama de surrealismo y simplicidad. Además, se ha interpretado que la canción contiene una crítica a la injusticia del mundo y al sistema represivo, aunque esta denuncia se realiza de manera sutil y poética.
“Plegaria para un niño dormido” no es solo una canción, sino una reflexión profunda sobre la pérdida de la inocencia y la importancia de valorar y proteger la capacidad de soñar y de ver el mundo con ojos de niño. La obra de Almendra, y de Spinetta en particular, es un pilar fundamental del rock argentino y latinoamericano, y esta canción es un claro ejemplo de su estilo lírico y su influencia en la música en español.
Tema musical incluido en el #expediente 78, del 31.01.2025
Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 78
