La historia comienza con un teclado. Un riff que brilla con una sencillez casi mágica. Ese arreglo, que parece haber sido diseñado para quedarse en la memoria colectiva, ya existía desde finales de los años 70, cuando dos de sus miembros tocaban en una banda escolar llamada “Bridges”. Aquella melodía se gestaba como un juego, como un experimento, hasta que la convirtieron en algo mayor.
El tema fue finalmente lanzado en 1985, en el álbum debut del grupo, titulado “Hunting High and Low”. Pero llegar allí no fue fácil. La primera versión de la canción, editada en 1984, pasó desapercibida. Fue una remezcla a cargo del productor Alan Tarney lo que le dio su forma definitiva. Y fue entonces cuando todo explotó.
“Take On Me” cuenta con una de las letras más singulares del pop de los años 80. En español, podemos entender su mensaje como un diálogo interno de alguien que está al borde de una decisión crucial:
Hablaré, pero no sé qué decir. Hoy es otro día para encontrarte, huyendo. Estaré llegando para llevarte...”
Y luego, en ese estribillo icónico:
“Acéptame, enfréntame. Estaré lejos, en uno o dos días".
Hay urgencia, hay vulnerabilidad. Es una confesión envuelta en energía juvenil. El protagonista sabe que el tiempo es breve, que puede perder la oportunidad de amar si no actúa ahora. Es ese tipo de amor que se vive como un salto al vacío, lleno de dudas, pero imposible de evitar.
Y si la canción es inolvidable, el videoclip la llevó a otro nivel. Fue una verdadera obra de arte audiovisual. Mezclando animación rotoscópica con acción real, contaba una historia romántica y fantástica: una mujer es literalmente absorbida por las viñetas de un cómic, donde conoce a su héroe y juntos intentan escapar de ese mundo de papel arrugado.
La producción del video tomó cuatro meses de trabajo, cuadro a cuadro, para dar vida a más de 3.000 imágenes rotoscopiadas. Fue filmado en un café y en un estudio de sonido en Londres, pero su impacto cruzó fronteras. Aún hoy, sigue siendo uno de los videoclips más reproducidos de todos los tiempos, superando los 1.300 millones de vistas en YouTube.
Gracias a ese video y a la fuerza de la canción, “Take On Me” llegó al número uno en Estados Unidos y encabezó los rankings de 36 países. Pero reducir su éxito al videoclip sería injusto. La canción tiene alma propia. Su melodía, su letra, y, sobre todo, la interpretación de Harket, con ese falsete imposible que parece flotar sobre los sintetizadores, transmiten una emoción cruda, sincera. Es un canto al riesgo, al amor que se escapa, a la necesidad de actuar incluso cuando el miedo aprieta. En su momento, definió una época. Hoy, la trasciende.
Tema musical incluido en el #expediente 96, del 20.06.2025
Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 96
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