ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 103 | 08.08.2025

PROMESAS SOBRE EL BIDET

Hay canciones que son como espejos empañados: reflejan partes de nosotros que preferimos no mirar tan de cerca. “Promesas sobre el bidet”, de Charly García, es una de esas piezas. Cruda, íntima, brillante en su aparente desorden, dolorosa en su ternura. Fue incluida en el disco “Piano Bar” (1984), un álbum que marcaría para siempre la identidad sonora del rock argentino de los años 80.

La canción no empieza con una declaración de amor ni con una metáfora adornada. Comienza con una súplica:

“Por favor, no me abras más los sobres. No bebas más. No llores.”
Y con solo esas tres frases, Charly nos sumerge en una escena doméstica, íntima, casi cinematográfica. Estamos frente a una historia que parece construida con restos de una conversación que no terminó de cicatrizar.

La línea que da nombre al tema —“promesas sobre el bidet”— es tan extraña como poderosa. El bidet, un objeto cotidiano, de uso personal, se convierte en escenario de confidencias rotas. Allí, donde uno está más expuesto, más vulnerable, alguien hizo promesas. ¿Fueron dichas en serio? ¿Fueron escuchadas? ¿Fueron traicionadas? Esa imagen, absurda y trágica a la vez, resume el tono de toda la canción.

Pero detrás de la poesía, hay una historia real.

En agosto de 1984, Roberto Pettinato, por entonces periodista de la revista “Libre”, entrevistó a Charly en un contexto convulso. El músico venía de ser acusado por “exhibiciones obscenas” tras bajarse los pantalones en un recital. Durante la sesión de fotos, y en un acto impulsivo, Charly posó desnudo en el baño. Pettinato le prometió que esa imagen no sería publicada. Pero la revista salió con Charly en la tapa, completamente desnudo, sentado en un inodoro. Bajo el título: “Desnudamos a Charly García”.

Él se sintió traicionado. Y le recordó a Pettinato: “Vos me lo prometiste en el baño”.

De ese episodio nació la canción.

Tres frases que lo dicen todo

“¿Por qué me tratás tan bien, me tratás tan mal?"
En una sola línea, Charly resume la toxicidad de ciertas relaciones. El vaivén emocional que no da tregua, ese amor que abriga y quema a la vez. Una pregunta sin respuesta, pero con una verdad incómoda: a veces no sabemos si lo que sentimos nos hace bien o mal.

“Sabés que no aprendí a vivir. A veces estoy tan bien... estoy tan mal.”
Esta confesión desnuda a quien la dice. No hay pose de estrella ni intelectualidad forzada. Solo una voz que reconoce su fragilidad. La vida, en esta canción, es un territorio desconocido, lleno de cambios de ánimo bruscos, como un sube y baja emocional sin freno.

“Calambres en el alma.”
Quizás la frase más memorable del tema. Una imagen física para describir un dolor emocional. Todos hemos sentido algo que no se puede explicar con palabras... pero que se parece a eso.

La canción cierra con una sentencia demoledora:

“Cada cual tiene un trip en el bocho.”
En otras palabras: cada cabeza es un mundo. En ese mundo interior habitan nuestras propias reglas, temores, obsesiones. Y a veces, por más amor que haya, no podemos conectar del todo con el otro. Es la gran tragedia de la comunicación humana: hablamos, pero no siempre nos entendemos.

“Promesas sobre el bidet” no es solo un tema más de Charly. Es un testimonio emocional. Una crónica de traiciones pequeñas y dolores inmensos. Es la prueba de que, incluso en un baño, incluso en el silencio más íntimo, nacen las canciones que mejor nos definen.

Tema musical incluido en el #expediente 103, del 08.08.2025

Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 103

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