ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 95 | 13.06.2025

BALD PRODUCTIONS

Todo tiene un origen, incluso aquello que parece surgir de la nada. A veces las ideas se gestan en silencio, sin hacer ruido, hasta que de golpe toman forma y se convierten en algo real. Así nació BALD Productions, no como una idea planificada, sino como una necesidad interna que pedía salir a la superficie.

Durante años fui moldeando mi camino como comunicador social. Ese es mi eje, mi identidad, lo que me define. Es lo que me impulsa cada día a generar contenido de valor. No me conformo con repetir lo que ya está dicho. Quiero ir más allá, aportar una mirada distinta, construir algo que tenga sentido y que deje huella.

Siempre creí que cada proyecto necesita un entorno que lo proteja. Un espacio donde pueda desarrollarse, crecer, y que permita identificarlo sin dudar. Saber de dónde viene, qué representa, por qué existe.

Crear BALD Productions fue como quitarme una armadura vieja. Por años cargué con miedos, prejuicios, y una voz interna que me decía que había temas que no debía tocar. Cuando nació este espacio, lo hizo dentro de un ecosistema más grande, ANUNCIAR Contenidos Latinoamérica, al que llamo simplemente “La Productora”.

Soy quien la dirige, quien la ideó y la hizo crecer. Un espacio que con el tiempo se fue consolidando con un fuerte valor agregado, apostando a la libertad de expresión y a la independencia creativa. Pero aun con todo eso, sentía que algo le faltaba. Era como mirar una obra inacabada.

BALD Productions llegó para completar ese vacío. Para ser ese componente que faltaba y que “La Productora”, por sus propios objetivos, no podía incluir. No se trata de competencia. Se trata de equilibrio. Se trata de dar espacio a lo que no encuentra lugar en las estructuras tradicionales.

El problema, muchas veces, está en las estructuras mentales. Nos enseñan a obedecer, a no cuestionar, a seguir reglas que no elegimos. Y ahí es donde dejamos de ser nosotros.

BALD Productions nace desde esa ruptura. Es un acto de rebeldía, pero también de conciencia. Al principio dudé, tuve miedo. Años de programación cultural me habían enseñado a no salirme del molde. Pero esa red mental que me atrapaba empezó a romperse.

Hoy BALD Productions es un hecho. Funciona como un laboratorio de ideas donde puedo explorar temas que otros prefieren evitar. Me permite ir más allá, sin filtros, sin restricciones.

Al final entendí que BALD Productions no es solo una marca o un proyecto. Soy yo mismo encontrando mi voz. Es la expresión más honesta de lo que soy cuando dejo de obedecer lo impuesto y empiezo a pensar por mí.

Desde esa libertad, desde esa convicción, sigo construyendo. Porque sé que cuando uno se atreve a mirar con otros ojos, siempre hay algo nuevo por descubrir.

El PELADO Investiga.