En las ancestrales narrativas mitológicas, el inframundo se erige como un misterioso reino más allá de la vida, un rincón sombrío y peligroso que acoge las almas de los difuntos. Sin lugar a dudas, sus gobernantes divinos no son seres blandengues; al contrario, personifican fuerzas oscuras y aspectos temibles de la existencia. Exploraremos siete deidades asociadas a la muerte y al inframundo, cada una con su propia historia intrigante.
1. Sejmet, la Diosa Egipcia de la Guerra y la Venganza:
En el panteón egipcio, la figura de Sejmet emerge de una acción drástica de Ra, quien, consternado por el rumbo de la humanidad, se despoja de un ojo, convirtiéndolo en esta diosa. Apodada "La Terrible", desata una furia sanguinaria que incluso inquieta a Ra. Su papel destaca como la deidad de la guerra, la venganza y la protectora de los faraones en el fragor del combate.
2. Chernabog, la Oscura Entidad Eslava:
En el contexto eslavo, patrocina la oscuridad en todas sus manifestaciones, desde la noche hasta el caos y el invierno. Su reinado se dice que inició en el solsticio de invierno, marcando la noche más extensa del año. Aunque no se le atribuye gran poder, su influencia permea aspectos tenebrosos de la realidad.
3. Coatlicue, la Diosa Mexica de la Fertilidad y la Muerte:
En la cosmología mesoamericana, esta deidad azteca, personifica la dualidad de la vida y la muerte. Vestida con una falda de serpientes y senos caídos como símbolo de fertilidad, su figura trasciende las fronteras entre la creación y la destrucción.
4. Hela, la Deidad Vikinga de la Enfermedad y la Vejez:
En este pueblo, Hela gobierna sobre aquellos que sucumben a la enfermedad o la vejez. Su figura bifurcada, mitad atractiva y mitad cadavérica, refleja su dominio sobre la transición entre la vida y la muerte. El mito sugiere que la propagación de enfermedades siguió su nacimiento.
5. Morrigan, la Diosa Celta de la Muerte y la Destrucción:
En la mitología irlandesa, Morrigan, surge como la deidad de la muerte y la destrucción. Transformándose en cuervo o conejo, recorre los campos de batalla para infundir ira y valentía a los celtas. A pesar de sus atributos negativos, también se asocia con el amor y el deseo sexual.
6. Erlik, el Dios Mongol de la Muerte y el Pecado:
En la mitología mongola, Erlik, creado por Ulgen a partir de un fragmento de barro, se rebela contra su creador y es desterrado al inframundo. Desde este oscuro reino, difunde enfermedades y calamidades, consolidándose como el maestro del pecado.
7. Angra Mainyu, la Personificación del Mal en la Mitología Persa:
En el contexto del zoroastrismo, Angra Mainyu no nace inherentemente malvado, sino que elige dedicarse conscientemente al mal. En el Avesta, es la encarnación del demonio y la fuente de todos los males. Su influencia se manifiesta en decisiones como hacer que el verano sea abrasador y el invierno helado, tejiendo una red de malevolencia en la trama del mundo.
Estas deidades, provenientes de diversas culturas y mitologías, tejen un tapiz oscuro y fascinante que explora las complejidades de la muerte y el inframundo, recordándonos que, incluso en lo más sombrío, se encuentran relatos intrincados que despiertan la curiosidad humana.
Recopilación
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