El tema inicia narrando el encuentro entre dos almas, destacando la inmediatez con la que reconocen su conexión. La referencia al vino como cómplice sugiere una celebración inicial, donde el amor se despierta embriagado de pasión. A medida que la relación avanza, se enfrenta a desafíos relacionados con el trabajo y la estabilidad financiera, revelando las tensiones y dificultades típicas de la vida en pareja.
El relato da un giro con la metáfora del “fracaso como un cristal”, que revela las grietas en su relación y finalmente conduce a la separación. La línea “después de un tiempo de engañarnos, todo quedó en nada” resalta la desilusión y el reconocimiento de que la relación, en última instancia, carecía de significado.
El coro de la canción destila nostalgia y melancolía, con la imagen de esperar despierto la mañana mientras se fuma el tiempo en la cama. La referencia a “canela y carbón” simboliza las sensaciones contrastantes de calor y oscuridad que persisten en la ausencia de la pareja. Narvaja pinta un cuadro vívido de la añoranza y el vacío que perduran después de la ruptura.
El segundo segmento de la canción explora la lucha del narrador por seguir adelante. Cambiar su nombre en cada esquina y forzar una sonrisa al mencionar el nombre de su ex pareja ilustra la complejidad de dejar atrás una relación significativa. Aquí, la lírica se torna introspectiva, revelando los esfuerzos desesperados del narrador por encontrar consuelo en su identidad cambiante.
La mención de abstenerse del alcohol y adoptar la fruta favorita de su ex pareja refleja intentos de cambio positivo, aunque, en última instancia, la canción sugiere que estos esfuerzos son insuficientes para evitar el retorno al punto de partida. La repetición de “vuelvo al punto de partida” subraya la inevitabilidad de la regresión, a pesar de los intentos por avanzar.
El análisis de la canción enriquece su significado, destacando la capacidad de Narvaja para capturar la esencia misma del amor y sus complejidades. La letra revela una narrativa de principio a fin, desde el enamoramiento inicial hasta la desintegración de la relación y la lucha posterior por seguir adelante. La inclusión de detalles personales, como la inspiración en la propia relación del artista y su posterior divorcio, agrega una capa de autenticidad y emoción a la canción.
"Menta y Limón" se posiciona como una pieza emotiva que explora la travesía de una relación desde la euforia inicial hasta la desilusión y la añoranza posterior. La habilidad de Roque Narvaja para tejer estas complejas emociones en su lírica resalta su destreza como compositor y su capacidad para resonar con la audiencia a lo largo del tiempo.
Tema musical incluido en el #expediente 25, del 19.01.2024
Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 25
