ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 75 | 10.01.2025

LA MAGIA DE ALTERAR EL PASADO


¿Es posible alterar eventos ocurridos en el pasado?

Responder a esta pregunta resulta complejo, pero lo que podemos afirmar es que tanto el esoterismo como el ocultismo han explorado esta posibilidad desde tiempos antiguos, mucho antes de que conceptos como el viaje temporal formaran parte de la ciencia ficción. Cuando hablamos de hechizos para cambiar el pasado, no nos referimos a máquinas del tiempo ni a desplazamientos físicos hacia atrás en la línea temporal. Más bien, se trata de intentar manipular el flujo del tiempo, revirtiéndolo o ajustándolo para modificar aspectos específicos que afecten el presente.

La idea detrás de estos hechizos parte de la creencia de que es factible generar bucles temporales. Estas estructuras cíclicas pueden ser aprovechadas para restaurar la integridad de personas, relaciones u objetos dañados. Los bucles, como secuencias que comienzan y terminan en un mismo punto, son comparables a las manecillas de un reloj que completan un ciclo, creando patrones armónicos que se repiten. Cada momento en el tiempo, al igual que cada hora en un reloj, corresponde a una coordenada temporal única. Sin embargo, los eventos que ocurren en dichas coordenadas son distintos en cada iteración. Según el ocultismo, estas coordenadas pueden ajustarse para alterar su influencia en el presente y así producir cambios perceptibles.

Si bien el tiempo tiene una naturaleza periódica, según esta perspectiva, lo que ocurre dentro de los ciclos es susceptible de transformarse. Este planteamiento puede parecer extraño, pero los hechizos enfocados en manipular el pasado comparten principios con la adivinación y la brujería. Por ejemplo, mientras que la adivinación busca anticipar eventos futuros, la brujería intenta influir en ellos. Ambas prácticas, en esencia, tienen como objetivo intervenir en la percepción o desarrollo temporal. Un ejemplo interesante es la cartomancia, especialmente el Tarot. Este método se basa en un conjunto limitado de cartas que, por su naturaleza finita, genera patrones cíclicos. Los arcanos numerados, al repetirse, forman ciclos armónicos que, en este contexto, pueden interpretarse o manipularse para entender o modificar situaciones futuras.

Albert Einstein sostenía que el pasado, el presente y el futuro existen simultáneamente. Este principio también está presente en las teorías del ocultista Aleister Crowley, quien especulaba que nuestra percepción del tiempo puede ser más flexible de lo que creemos, permitiendo cierto grado de movimiento tanto hacia adelante como hacia atrás en la línea temporal. Crowley propuso que el tiempo puede ser manipulado abstrayéndose de la percepción lineal que lo caracteriza. Argumentaba que nuestra conciencia debía desprenderse de las coordenadas temporales del presente para influir en otras dimensiones temporales. Según él, el único estado en el que la percepción del tiempo desaparece es durante el sueño.

Prácticas como la oración, la meditación y ejercicios específicos de yoga, también podrían inducir este aislamiento de la conciencia, permitiendo al practicante experimentar el tiempo como una dimensión similar al espacio físico. Estas ideas, aunque asociadas con el ocultismo, no son exclusivas de él y se encuentran en distintas tradiciones espirituales. Crowley realizó experimentos utilizando conceptos de las artes tántricas y los Kalas, que se describen como unidades de tiempo relacionadas con impulsos primitivos. Estas prácticas, según él, le permitieron interactuar con el tiempo de maneras inusuales. Afirmó haber encontrado entidades capaces de asistir en la manipulación temporal, aunque estas exigían un intercambio justo, como ofrendas simbólicas.

No obstante, es importante aclarar que los rituales de este tipo no buscan cambiar grandes eventos históricos ni intervenir directamente en la vida de otras personas. Se enfocan más bien en construir un puente entre dos puntos temporales: el presente del practicante y un momento específico en el pasado. El proceso para diseñar tales rituales requiere un enfoque personalizado, ya que cada experiencia es única. Con la práctica, el practicante puede estabilizar este "puente" y facilitar una conexión más clara con el momento que desea influir. En última instancia, Crowley y otros pensadores sugieren que el vínculo más efectivo que podemos establecer con el pasado es el que mantenemos con nuestra propia experiencia. Los sueños, según esta teoría, podrían ser una vía natural para explorar estos fenómenos sin necesidad de métodos más elaborados.

Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 75

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