
En la tercera parte de estos mensajes, se profundiza en las complejidades de las interacciones entre los seres humanos y las entidades extraterrestres. A medida que se despliega la narrativa, surgen revelaciones acerca de los diferentes grupos que componen esta vasta red cósmica, con énfasis en la humanidad, los Reptoides, los Sirios y otros actores cósmicos. La conciencia aquí presentada ofrece una visión profunda sobre las diferencias fundamentales que separan a la humanidad de las razas extraterrestres, y plantea cómo los seres humanos tienen la capacidad de evolucionar espiritualmente para superar esas diferencias.
El origen de la humanidad se relaciona no solo con seres terrestres, sino con intervenciones extraterrestres de diversas razas. Se sugiere que los Sirios jugaron un papel clave en la creación de los humanos modernos, utilizando la ingeniería genética para manipular especies como los Neandertales y los Cromañón. Este proceso de ingeniería genética no fue simplemente una mejora, sino un intento de superar las limitaciones impuestas por los Reptoides, que inicialmente idearon a los humanos para ser esclavizados, trabajando en minas y campos en busca de oro.
A pesar de esta manipulación genética, la intervención de los Sirios alteró el destino de la humanidad, permitiendo a los humanos evolucionar hacia seres más conscientes, capaces de pensamiento y razonamiento. Esto introdujo un conflicto fundamental, ya que los Reptoides, al ver su creación desviarse del propósito inicial, se sintieron desplazados y comenzaron a ver a los humanos con una mezcla de curiosidad y desdén.
A lo largo de la historia, los humanos han sido tratados como piezas en un tablero cósmico, sometidos a experimentos y manipulaciones por diferentes razas extraterrestres. Sin embargo, lo que los Reptoides no previeron fue el potencial inherente de la humanidad para evolucionar espiritualmente. Mientras que los Reptoides son descritos como seres tecnológicamente avanzados, fríos y calculadores, los humanos están en un camino de crecimiento espiritual, donde la compasión y la empatía juegan un papel fundamental en su desarrollo.
A pesar de que los Reptoides y otras razas extraterrestres pueden ser técnicamente avanzadas, la humanidad posee una fuerza interior que se deriva de su conexión con el universo y con principios espirituales universales. Esta conciencia universal y cósmica que los humanos están alcanzando es lo que finalmente les permitirá liberarse de las fuerzas que buscan controlarlos.
Es crucial que los seres humanos comprendan que, aunque sus cuerpos físicos son finitos, la conciencia universal es eterna. La percepción de la forma física y los conocimientos adquiridos durante la vida son solo herramientas temporales, un "disfraz" que cubre la verdadera esencia del ser. Esta conciencia cósmica es lo que realmente define a cada individuo y les permitirá evolucionar más allá de las limitaciones físicas.
Este mensaje finaliza sugiriendo que los seres humanos deben dejar atrás el miedo y la ansiedad, especialmente en lo que respecta a la muerte y la destrucción. La verdadera esencia del ser es eterna, y al mantener una conexión con la conciencia universal, las entidades pueden superar cualquier adversidad, incluida la amenaza de fuerzas externas que intentan subyugarlos. La clave para superar las dificultades y alcanzar un estado superior de conciencia es abrazar la luz, el amor y la unidad, reconociendo que la verdadera victoria radica en el crecimiento espiritual y la conexión interior.
Recopilación
El PELADO Investiga
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