ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 69 | 22.11.2024

YECUM ENTRE LA SEDUCCIÓN Y LA REDENCIÓN


En las entrañas de la mitología y la espiritualidad, se encuentra un relato fascinante y prohibido que desafía los límites de lo celestial y lo terrenal: el Libro de Enoc. Este texto, considerado canónico por algunas iglesias disidentes, narra de manera minuciosa la cautivadora historia de los hijos de los ángeles que, seducidos por la belleza humana, descendieron a la Tierra.

Estos seres guiados por sus deseos, se unieron a las mujeres más hermosas, dando origen a una nueva estirpe de criaturas que, aunque no eran reconocidas por Dios, guardaban cierta similitud con los héroes de los mitos griegos. Sin embargo, en un giro sorprendente, Dios, que secretamente preveía esta invasión angelical, decidió intervenir para proteger a sus hijos mortales y evitar que la nueva raza de inmortales se apoderara del mundo.

En lugar de recurrir a héroes, guerreros, santos o ascetas, Dios adoptó una estrategia única y sorprendente: descendió en forma de una nube de vapor a los salones subterráneos, donde los demonios de la sensualidad maquinaban estrategias para enloquecer a los humanos. Este acto divino nos sumerge en una narrativa intrigante donde lo celestial y lo infernal se entrelazan de manera inesperada.

En el epicentro de esta historia se encuentra Yecum, un demonio de extraordinaria belleza y una ferocidad inigualable en todos los aspectos del amor y el sexo. Dios, en su infinita sabiduría, le convocó para frustrar el intento de invasión de los ángeles caídos. Así, la súcubo adoptó la forma de una mujer de belleza inigualable, desviando la atención de los rebeldes celestiales y sus descendientes femeninos, capturando sus corazones de manera simultánea.

Se relata que, por solicitud divina, accedió al amor colectivo y congregó a una multitud de ángeles en un valle perdido de Oriente. En este lugar, organizó una bacanal cuyos ecos aún reverberan en las arenas del tiempo. Pero lo que comenzó como una celebración desenfrenada pronto se tornó en una tragedia. Cuando la lujuria dio paso al hastío y el agotamiento, los ángeles y sus descendientes se percataron de la naturaleza venenosa del encanto de Yecum. Perecieron en el mismo orden en el que habían aceptado sus dones, revelando la complejidad de la interacción entre lo divino y lo infernal.

El destino final de Yecum sigue siendo un enigma. Algunos afirman que Dios le ofreció la absolución de todos sus pecados, pero en su perspectiva única, no consideraba que los excesos del amor lo fueran y que necesitaran perdón. Declinó la propuesta divina y optó por permanecer en aquel cálido salón de las profundidades, donde mujeres con una técnica incuestionable decidían sobre su propia libertad.

La historia de Yecum nos sumerge en un fascinante conflicto entre lo celestial y lo infernal, entre la redención y la seducción. A través de sus acciones, el demonio se convierte en un elemento inesperado en el plan divino, desafiando las nociones de bien y mal. En última instancia, Yecum emerge como un personaje complejo que, a pesar de sus orígenes demoníacos, se niega a ser definido por convenciones divinas y elige un camino propio en el vasto tejido de la existencia. Su legado perdura como un recordatorio de que incluso en los rincones más oscuros de la mitología, la redención y la libertad pueden encontrar un lugar inesperado.

Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 17

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