El doppelgänger, un término que evoca sombras y reflejos fantasmales, ha sido un elemento recurrente en la literatura, sirviendo como un eco inquietante que se entrelaza con el protagonista, manifestando la dualidad de unión y separación. Este concepto tiene raíces ancestrales, presente en mitos y leyendas que exploran la existencia de dobles míticos, hermanos rivales y almas gemelas. Sin embargo, su prominencia creció significativamente en la era victoriana, convirtiéndose en un vehículo para expresar el psicodrama freudiano que atormenta al protagonista, obligándolo a enfrentar sus miedos encarnados en una figura externa y objetiva.
En este contexto, se convierte en la proyección de los deseos y miedos inconscientes del protagonista, personificando su lado oscuro. Este detalle sutil puede marcar la diferencia en cualquier relato o novela, ya que la dinámica entre el protagonista y su doppelgänger es crucial para el desarrollo de la trama. La literatura, lejos de adherirse al maniqueísmo simplista, explora la complejidad de la naturaleza humana, donde el bien y el mal coexisten, se entrelazan y se manifiestan en la psique y acciones de cada personaje.
Cinco Modelos Clásicos de Doppelgängers en la Literatura:
1. Frankenstein (Mary Shelley): El monstruo creado por Victor Frankenstein personifica el "doble diabólico". Su antinaturalidad, surgida de la composición de cadáveres, y su carencia de nombre reflejan los deseos primarios y reprimidos de su creador. Victor, a su vez, se convierte en el verdadero monstruo al enfrentar las consecuencias de su creación.
2. El Extraño Caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde (Robert Louis Stevenson): En esta obra, el doppelgänger surge de la misma persona, el Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Inducido por un brebaje misterioso, Jekyll oscila entre dos hemisferios emocionales, representando una dualidad interna. Esta narrativa destaca la lucha entre lo respetable y lo condenable, explorando la naturaleza humana.
3. El Retrato de Dorian Gray (Oscar Wilde): Dorian Gray personifica un doppelgänger que no refleja una dualidad externa, sino una amoralidad interna. Su retrato oculta no su apariencia, sino su culpa, al ser incapaz de experimentar remordimiento. La obra de Wilde profundiza la inmoralidad y la corrupción moral en un contexto de indulgencia y hedonismo.
4. Orlando (Virginia Woolf): En esta novela, el protagonista es héroe y heroína al mismo tiempo, desafía los estereotipos de género, sumergiéndose en la complejidad emocional, sexual y social más allá de las limitaciones impuestas por las definiciones tradicionales.
5. El Talentoso Sr. Ripley (Patricia Highsmith): Tom Ripley refleja las mezquindades humanas. Su obsesión lo lleva a convertirse en el otro, en este caso, asesinando a Dickie para asumir su identidad. Su autora explora la capacidad del ser humano para adoptar múltiples personalidades y las consecuencias siniestras de la envidia y la obsesión.
En conclusión, el doppelgänger en la literatura no solo representa una duplicidad superficial, sino que sirve como un instrumento narrativo poderoso para explorar la psique humana y los conflictos internos. Estos modelos clásicos demuestran la riqueza y diversidad de este tema, revelando aspectos profundos y oscuros de la condición humana a lo largo de la historia literaria.
Recopilación
El PELADO Investiga
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