Allan Kardec, padre genuino del espiritismo, nos legó una obra trascendental en 1857: “El Libro de los Espíritus”. Este libro prohibido, junto con otras obras clave del autor como “El Evangelio según el Espiritismo” y “El Génesis según el Espiritismo”, constituye una recopilación única de testimonios de sesiones espiritistas.
La estructura del libro se asemeja a un extenso diálogo de preguntas y respuestas. Las preguntas son formuladas por Allan Kardec y su grupo de investigadores, mientras que las respuestas provienen de un enigmático conjunto de espíritus al que denomina “espíritus de la verdad”. Este enfoque lleva a presentarse no como autor, sino como el recopilador de estas revelaciones. La obra aborda diversos temas, desde la reencarnación y la transmigración hasta el karma y la religión.
El contexto histórico en el que apareció “El Libro de los Espíritus” coincide con el nacimiento del espiritismo. Aunque la comunidad científica adoptó con ciertas reservas las ideas de Kardec, especialmente en lo que respecta a la vida después de la muerte, el libro generó un considerable interés público. Su contenido, supuestamente transmitido por los mismos espíritus que intentaba entender, fascinó a la sociedad de la época.
En retrospectiva, la obra resulta intrigante. El autor creía sinceramente que recibía mensajes de los espíritus, y aunque la veracidad de estas comunicaciones es discutible, los relatos ofrecen una visión única. No obstante, las entidades superiores retratadas en la obra dejan mucho que desear, especialmente cuando se trata de espíritus de personalidades célebres ya fallecidas, como Voltaire.
Dentro de “El Libro de los Espíritus”, se encuentran pasajes estremecedores, como las respuestas atribuidas a este último espíritu, este inicialmente renuente al cristianismo en vida, se revela como un ferviente creyente en el más allá. La astucia terrenal del famoso pensador parece haber cedido ante una sucesión de lugares comunes y una fe apasionada en la vida después de la muerte.
“El Libro de los Espíritus” perdura como una obra que despierta la curiosidad y la reflexión. Aunque las interpretaciones de Kardec sobre el contacto con el más allá puedan ser discutibles, la obra sigue siendo una ventana a la creencia en la comunicación entre dos mundos, ofreciendo una visión única del espiritismo en su nacimiento."
Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 29