Los Benandanti, denominados “los buenos caminantes” en italiano, eran miembros de un culto cristiano campesino arraigado en la región italiana del Friul entre los siglos XVI y XVII. Su propósito principal era enfrentar a brujos y brujas, conocidos como “malandanti”, para evitar que causaran daño. La Inquisición romana los observó de cerca debido a su capacidad para transformarse y prever el futuro, pero los Benandanti se proclamaban a favor de Cristo, en contraposición a los seguidores del diablo.
Carlo Ginzburg, pionero en estudiarlos, los describió como un “culto a la fertilidad”, dedicados a la protección de cosechas y campos. Estableció conexiones con tradiciones europeas pre-cristianas, identificando similitudes con creencias en el hombre lobo de Livonia. Su origen se vincula a antiguas prácticas paganas de Europa central y septentrional, extendiéndose a regiones como Vicenza, Verona, Istria y Dalmacia.
Ser “Benandante” no dependía de la voluntad, sino de nacer con la peculiaridad de ser expulsado del útero con la cabeza envuelta en el saco amniótico, que debían conservar toda su vida. Desde la infancia, se les educaba en la benevolencia, creyendo que su nacimiento marcaba el deber sagrado de proteger los campos del mal.
Investigados por la Inquisición, los Benandanti se defendieron al declararse “de parte de Jesus” y luchadores “en nombre de la religión y de Cristo” contra aquellos que estaban “de parte del demonio”. Aunque se les comparaba con brujos por sus vuelos y reuniones secretas, no empleaban símbolos satánicos y no renegaban del Hijo de Dios, siendo absueltos de culpas.
Aunque los registros sobreviven principalmente en Italia, Ginzburg argumenta que la tradición es pre-cristiana y se extiende por Europa. Su teoría, inicialmente cuestionada, ha ganado respaldo al compararla con tradiciones similares en Hungría, Rumanía, Alemania y Letonia, incluyendo relatos de hombres-lobo con propósitos benévolos.
En Netflix, la serie “Luna Nera” del 2020 explora el rol de las mujeres con conocimientos de magia y medicina en la Italia del siglo XVII, presentando a los “Benandanti” persiguiendo a supuestas hechiceras. La trama refleja la tensión entre religión, ciencia y sabiduría práctica. Su historia revela la riqueza y complejidad de las creencias populares europeas y su impacto en la cultura contemporánea.
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