
Uno de los eventos más horribles fue la matanza en Sant'Anna di Stazzema, donde, el 12 de agosto de 1944, Reder y sus tropas asesinaron a 560 personas, incluyendo mujeres y niños. La violencia continuó con otras atrocidades en poblaciones cercanas como, Pero y Valdicastello. En total, ordenó la ejecución de miles de civiles y la destrucción de pueblos enteros en su camino. El ataque a Marzabotto fue uno de los más devastadores. Entre el 29 de septiembre y el 5 de octubre de 1944, su batallón arrasó numerosas aldeas, matando a más de 1,800 personas. La brutalidad incluía la ejecución de mujeres y niños y la destrucción completa de propiedades y recursos.
Tras la guerra, fue capturado y juzgado en Italia por crímenes de guerra. A pesar de su intento de minimizar su responsabilidad, el tribunal lo condenó a cadena perpetua. Pasó varios años en prisión, pero en 1984, fue liberado bajo presiones políticas. Volvió a Austria, donde recibió una recepción controvertida, incluyendo honores militares. Murió en Viena en 1991. Su historia plantea preguntas difíciles sobre la responsabilidad y el perdón. Aunque algunos argumentan que solo cumplió órdenes, las evidencias de su crueldad sugieren que su carácter era profundamente oscuro. La memoria de sus víctimas y el impacto de sus acciones siguen vivos, recordándonos la brutalidad que puede surgir en tiempos de guerra.
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El PELADO Investiga
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