ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 59 | 13.09.2024

YA ESTA DISPONIBLE EN ESTAS PLATAFORMAS DE PODCAST | BÚSCALO CÓMO "EL PELADO INVESTIGA"

YA ESTA DISPONIBLE EN ESTAS PLATAFORMAS DE PODCAST | BÚSCALO CÓMO "EL PELADO INVESTIGA"

EL ARTE DEL BESO

0

Trazar la historia del beso es explorar los orígenes del amor, cuyo significado ha cambiado a lo largo del tiempo, así como los besos han evolucionado para adaptarse a diferentes propósitos y contextos. Según algunos estudiosos, el beso pudo haber comenzado de manera casual en tiempos antiguos, cuando el ser humano aún no había dejado atrás su instinto salvaje. En esos tiempos, el olfato era crucial para detectar el estado emocional y hormonal de las personas. El acto de acercar la nariz a áreas con olores corporales podría haber dado lugar al beso tal como lo conocemos.

Sin embargo, el beso moderno tiene una historia mucho más rica e interesante. En el antiguo Egipto, aunque el beso no era común, se utilizaba como ejercicio medicinal entre las clases altas. En contraste, en la antigua Grecia, Roma, Asiria e India, el beso era ampliamente practicado y se presentaba en diversas formas, algunas de las cuales son difíciles de describir con precisión hoy en día.

A comienzos del siglo XX, algunos antropólogos, influenciados por Sigmund Freud, creían que el beso estaba ausente en las sociedades primitivas y que su origen se relacionaba con el contacto bucal entre madres e hijos. Otros argumentan que el beso es anterior a los conceptos modernos de la psique, sugiriendo que su origen se remonta a tiempos aún más antiguos.

En Roma, los besos se clasificaban claramente. El “Osculum”, que significa "pequeña boca", se refería a un beso tierno y afectuoso, sin connotaciones eróticas. En cambio, el “Saviari” era un beso más intenso, aplicado no solo en los labios, sino también en otras áreas del cuerpo. Los romanos usaban otros términos para describir besos más apasionados. Los griegos también tenían muchas formas de besar. Algunas de ellas eran exclusivas de los caballeros de alta sociedad y podían ser bastante intensos. En la India antigua, el “Cumbati”, que significa "él besa", era un beso que se daba principalmente entre hombres y mujeres.

De esos tiempos antiguos surge el legendario “El Libro de los Besos”, un manual que precede al “Kama Sutra” y describe detalladamente todos los tipos de besos, incluso los de dioses y demonios. En el occidente europeo, el término “Kiss” en inglés proviene del antiguo inglés “Cyssan”, que se usaba específicamente para describir el beso entre un hombre y una mujer. En las lenguas nórdicas, palabras como “Kyssa” en sueco y danés, y “Küssen” en alemán, reflejan el sonido del beso, lo que sugiere que estos besos tenían un tono más áspero en comparación con los besos mediterráneos.

El beso aparece en la literatura antigua como algo natural y cotidiano. En la Biblia, por ejemplo, Moisés besa a su suegro con naturalidad; Odiseo besa a sus pastores al regresar a Ítaca. Los besos eran tan comunes que se mencionan en casi todos los textos antiguos. Incluso el demonio tiene su propio tipo de beso, llamado “Osculum Infame”, realizado por brujas y hechiceros en la Edad Media como un acto de sumisión, que consistía en besar el trasero del diablo.

Los besos han evolucionado a lo largo del tiempo. Algunos han mantenido su forma desde la antigüedad, mientras que otros han cambiado, reflejando la evolución del amor en el corazón humano. El beso sigue siendo un símbolo de intimidad y conexión, ya sea en el ámbito emocional o físico. Algunos científicos creen que existe una memoria genética relacionada con el beso, que es activada al dar nuestro primer beso, recordándonos que el amor trasciende el presente. El beso es una de las pocas costumbres humanas que abarca todo el planeta y nos define como especie, conectando el pasado con el presente en una expresión universal de afecto.

Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 59

Entradas que pueden interesarte

Sin comentarios