
“Ayer Nomás” era una canción de protesta con una crítica social incisiva. Su irónico discurso sobre la libertad resonó profundamente en una época marcada por la dictadura militar y la falta de libertades. Con el permiso de Lernoud, Litto Nebbia ajustó la letra para que pudiera ser aceptada por el sello discográfico RCA. Aunque se hicieron cambios, lo crucial era grabar, abrirse paso en la industria y obtener la asociación con SADAIC para formalizar su participación en el mercado musical.
Durante la grabación de estas canciones, Tim Croatto desempeñó el rol de productor, mientras que Salvador Barresi se encargó de la parte técnica. El proceso se llevó a cabo en dos canales, reflejando los límites tecnológicos de la época. Como recuerda Nebbia, “aquellos eran tiempos donde la pasión y la intuición primaban sobre la técnica”. Los recursos disponibles eran tan rudimentarios que cualquier intento de lograr una edición electrónica avanzada estaba fuera de discusión. La autenticidad era clave: lo que se grababa en el estudio era lo que se plasmaba en el disco final. Si un grupo sonaba bien y estaba afinado, la toma se aceptaba tal cual. La frescura y la espontaneidad definieron siempre a Los Gatos, una característica evidente en sus clásicos de 1967. Como lo describe Nebbia, “la prioridad era grabar y lanzar el disco; sin ese paso, no se existía dentro del circuito musical”. El disco era el sueño hecho realidad.
Moris, por su parte, logró capturar una crudeza sonora que contrastaba significativamente con las producciones de Los Gatos. Su interpretación de “Ayer Nomás” destacó por su simplicidad: sin adornos ni coros, solo él y su guitarra. Su álbum “Treinta Minutos de Vida” es un testimonio de su talento. El sonido, las letras y la forma de expresar emociones a través de gritos desgarradores hicieron que este trabajo se consolidara como un clásico innegable. Las canciones abordan temas universales desde una perspectiva que refleja perfectamente el contexto histórico.
En cuanto a la letra de “Ayer No Más”, se alejaba de los relatos nostálgicos de Los Gatos. Este “ayer” no evocaba la infancia ni tiempos ingenuos, sino que subrayaba la proximidad de los eventos, casi como si se tratara de “hace unas horas”. El contraste entre las enseñanzas del sistema y la cruda realidad es el eje del tema. Mientras la educación le enseñó sobre un país lleno de libertad, la experiencia personal le mostraba lo contrario: “hoy desperté”, grita Moris, marcando una revelación sobre las mentiras aprendidas recientemente.
La combinación de elementos también aborda la desesperanza social. Por ejemplo, la frase “ayer nomás, vi una chica en mis brazos” seguida de “en este mes no tuve mucho que comer”, plantea un paralelismo desgarrador entre el amor y la necesidad, situándolos al mismo nivel de importancia. La interpretación vocal de Moris refuerza esta sensación de desapego, como si se tratara de un relato frío y distante, que culmina con un grito desgarrador.
Aunque en ocasiones Moris ha sido recordado por errores posteriores en su carrera, “Treinta Minutos de Vida” permanece como un legado contundente. Este disco, grabado con recursos limitados, contiene canciones hermosas y significativas, como “De Nada Sirve”, “El Oso” y “Pato Trabaja en una Carnicería”. El mérito radica en haber logrado una obra de tal calidad sin las herramientas tecnológicas modernas, confiando exclusivamente en su interpretación.
Tema musical incluido en el #expediente 72, del 20.12.2024
Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 72