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Desde el comienzo, la referencia al “séptimo día” evoca de inmediato la connotación bíblica del descanso tras la creación, descrito en el Génesis. Sin embargo, en esta canción, el día que debía simbolizar reposo y calma se transforma en un espacio para la introspección y la exploración de lo desconocido. La letra navega por la frontera entre lo tangible y lo místico, dejando entrever una dualidad constante: la luz y la sombra, el abismo y el cielo, lo que entendemos y lo que escapa a nuestro conocimiento.
Uno de los versos menciona el “big bang” y la caída de un nombre sobre los títulos, imágenes que sugieren un punto de origen, una explosión de cambio o revelación en la vida del narrador. Este momento puede interpretarse como un despertar interior, un instante donde las preguntas existenciales que suelen permanecer ocultas emergen con fuerza. La alusión al “ojo de la aguja” nos recuerda una frase de las Escrituras: “Sí, les repito, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos” (Mateo 19-24). Aquí, Soda Stereo podría estar utilizando esta metáfora para plantear la dificultad de encontrar claridad en medio de un mundo lleno de distracciones y contradicciones.
El tema también menciona la “llave del averno”, una imagen que contrasta con la idea del cielo, sugiriendo que la comprensión de la existencia no solo puede hallarse en la elevación espiritual, sino también en la confrontación con lo oscuro y lo desconocido. Este contraste refuerza la idea de que la vida es un equilibrio constante entre opuestos, y que en ambos extremos puede encontrarse algo de verdad.
Desde el punto de vista musical, “(En) El Séptimo Día” está envuelta en atmósferas etéreas y texturas hipnóticas, que acompañan perfectamente la carga introspectiva de la letra. Las guitarras, con sus efectos envolventes, se convierten en un vehículo para transportar al oyente a un estado casi meditativo. Este enfoque sonoro demuestra el compromiso de Soda Stereo con la innovación artística y su capacidad para desafiar las expectativas de su audiencia.
En términos filosóficos, “(En) El Séptimo Día” podría interpretarse como un recordatorio de que las respuestas a nuestras inquietudes más profundas no siempre se encuentran en la superficie. A veces, es necesario mirar hacia lo desconocido, enfrentarnos a nuestras propias dudas y aceptar que la vida está llena de misterios que quizás nunca resolveremos por completo. Este mensaje es tan universal como atemporal, resonando con cualquier persona que se haya detenido a reflexionar sobre el significado de su existencia.
Tema musical incluido en el #expediente 77, del 24.01.2025
Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 77