Guillemette Babin enfrentó un proceso judicial que la acusó de brujería y en el cual reveló impactantes confesiones. Narró cómo se convirtió en la elegida de un oscuro ser al que llamó su "Dueño y Señor". Según su relato, este la dotó de habilidades sobrenaturales y la llevó a unirse a reuniones nocturnas con otras brujas y magos.
En su testimonio, describió cómo fue convocada por este ser. Según dijo, una sensación ardiente recorrió su piel, transformándola de inmediato. En ese momento, recibió unas palabras que marcaron su destino: "Serás amada por las sombras, y tus deseos serán el poder que destroce y reconstruya". Enseguida, se despojó de sus ropas y, con un bálsamo otorgado por él, cubrió su cuerpo. Cerró los ojos y esperó, hasta que sintió la luz de la luna tocarla. Fue entonces cuando se elevó, atravesando el aire hacia un lugar oculto entre las nubes.
En ese viaje, describió haber visto a otras mujeres volando hacia un encuentro nocturno. Estas la reconocieron y la saludaron con gritos, pues portaba una señal en su frente que la identificaba como la favorita del Príncipe de las Tinieblas. En un claro del bosque, según narró, se reunieron decenas de brujas y hechiceros. El altar, cubierto por la piel de un animal oscuro, estaba preparado para recibirlos.
En ese lugar, un mago de gran autoridad tomó un gallo negro y realizó un ritual sobre el cuerpo de la joven hechicera. Mientras todos coreaban extraños cánticos, la sangre del animal se derramó por su piel. En medio del ritual, un estruendo anunció la llegada de quien ellos llamaban su "Dueño". Las voces se silenciaron, y el mago proclamó que el ser había acudido a la cita.
La extraña entidad se hizo presente ante la joven. Según su testimonio, lo describió a como imponente, con una presencia abrumadora y un aliento ardiente que quemó sus labios al besarla. En ese momento, dijo que se sintió poseída por él, una experiencia que describió como una mezcla de dolor y éxtasis absoluto. Relató cómo esa unión la transformó completamente, haciéndola sentir como un altar viviente dedicado a él.
Tras este encuentro, contó cómo los presentes la reconocieron como su reina. Hechiceros y brujas se acercaron a rendirle homenaje, tocando su cuerpo y proclamando su lealtad. Luego, según narró, los asistentes se abandonaron a actos desenfrenados sexuales que desafiaban toda norma. El mago que había liderado el ritual llamó al silencio y declaró a la muchacha como esposa del ser que había llegado.
Finalmente, todos regresaron a sus hogares, volando a través de la noche. Guillemette describió cómo el mago la escoltó hasta su casa, donde cayó extenuada al amanecer. En su testimonio, reflexionó sobre la experiencia, sin saber si fue un sueño o una realidad oscura. Sin embargo, afirmó que esperaba con ansias el momento en que volvería a reunirse con él, su supuesto esposo y dueño de su destino.
Recopilación
El PELADO Investiga
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