
¿Te llevas el celular a la cama? No estás solo. Lo que parece un gesto inocente, como revisar mensajes o ver un último video antes de dormir, podría estar quitándote algo más valioso que el tiempo: el descanso real.
Diversos estudios han demostrado que usar el teléfono móvil antes de dormir puede hacer que pierdas en promedio entre 30 y 45 minutos de sueño cada noche. La razón no es solo el tiempo que pasas mirando la pantalla, sino cómo ese hábito afecta tu cerebro.
La luz azul que emiten estos dispositivos interfiere con la producción de melatonina, la hormona responsable de decirle a tu cuerpo que es hora de descansar. Al suprimirla, tu cerebro se mantiene en un estado de alerta, aunque tengas los ojos cerrados. Es como tratar de dormir con las luces encendidas y alguien hablándote al oído.
El problema no es solo dormir menos, sino dormir peor. La calidad del sueño se ve alterada y eso impacta en el estado de ánimo, la concentración e incluso el sistema inmunológico. A largo plazo, este hábito se relaciona con problemas más serios como el insomnio crónico o trastornos del ritmo circadiano.
¿La solución? No es renunciar al teléfono, sino darle un respiro. Idealmente, deberías dejar de usar pantallas al menos 30 minutos antes de dormir. Cambia el scroll infinito por un libro, música suave o simplemente silencio. Tu cuerpo —y tu mente— lo agradecerán.
Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 88