ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 95 | 13.06.2025

EL MISTERIO DE FETUS IN FETU

Sanju Bhagat un hombre de Nagpur, India, durante gran parte de su vida tuvo un vientre anormalmente grande sin saber por qué. Nunca le preocupó mucho hasta que una noche de junio de 1999 comenzó a sentirse muy mal, con dificultades para respirar y moverse. Cuando fue hospitalizado, los médicos sospecharon la presencia de un tumor en su abdomen, pero durante la cirugía se llevaron una gran sorpresa. En lugar de un tumor común, encontraron dentro de su cuerpo restos de órganos, huesos y cabello, es decir, un cuerpo humano incompleto. Lo que tenía dentro de su abdomen era en realidad su hermano gemelo que no se había desarrollado normalmente, un fenómeno conocido como “fetus in fetu”.

Este término latino, se refiere a una condición extremadamente rara en la que un gemelo queda atrapado dentro del cuerpo del otro durante el desarrollo embrionario. En lugar de separarse completamente como ocurre en gemelos idénticos normales, uno de ellos queda incluido dentro del cuerpo del otro, formando una masa que puede contener estructuras corporales como órganos, huesos y cabello. Este gemelo parásito depende del cuerpo huésped para sobrevivir, obteniendo nutrientes a través de una conexión vascular similar al cordón umbilical.

Aunque parece sacado de una película de ciencia ficción, es un diagnóstico reconocido y documentado en la literatura médica. Se han reportado muy pocos casos en el mundo, lo que lo hace aún más intrigante para la comunidad científica y médica. El fenómeno ocurre durante las primeras etapas del embarazo, cuando el embrión comienza a dividirse en dos. Si la división no se completa correctamente, puede dar lugar a que uno de los gemelos se incorpore al cuerpo del otro en lugar de desarrollarse de manera independiente.


Desde el punto de vista biológico,
“fetus in fetu” no es un tumor, sino un gemelo que no terminó de formarse. A menudo es confundido con teratomas, que son tumores compuestos por diferentes tipos de tejidos como cabello, dientes y huesos, pero la diferencia clave es que presenta una estructura organizada que corresponde a un cuerpo humano incompleto. El teratoma, en cambio, es una masa de células anormales sin una organización clara.

Los síntomas pueden variar dependiendo del tamaño y la localización del gemelo parásito. Algunas personas pueden vivir años sin darse cuenta, mientras que otras desarrollan dolor abdominal, hinchazón o problemas respiratorios debido a la presión que la masa ejerce sobre órganos internos. La detección suele hacerse mediante imágenes médicas, como ecografías, tomografías o resonancias magnéticas, que revelan la presencia de una masa con características humanas en el interior del cuerpo.

El tratamiento consiste en la extracción quirúrgica completa del gemelo parásito, lo cual generalmente resuelve el problema sin secuelas importantes. La operación debe realizarse con mucho cuidado para evitar daños a los órganos del huésped, ya que la masa puede estar estrechamente ligada a tejidos vitales.

Más allá de lo médico, despierta muchas preguntas filosóficas y éticas sobre la identidad y la vida. ¿Cómo definimos la existencia de un ser que nació, pero no se desarrolló completamente? ¿Es un parásito, un gemelo, o algo diferente? La ciencia aún no tiene respuestas claras, pero cada caso que se documenta aporta información valiosa para comprender mejor estos fenómenos.

Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 92

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