
Describió a los gnomos como guardianes de la tierra, habitantes de las profundidades, responsables de la formación de montañas y valles. Las ondinas, espíritus del agua, regulaban las mareas y las lluvias, y se decía que habitaban en lagos y ríos. Las sílfides, asociadas al aire, purificaban la atmósfera y eran consideradas etéreas y ligeras. Las salamandras, ligadas al fuego, controlaban las temperaturas y los volcanes, y se creía que vivían en las llamas.
Estos seres existían antes de la caída de Satán y, por tanto, carecían de maldad inherente. Aunque invisibles para la mayoría, podían ser percibidos por aquellos con sensibilidad espiritual. Se decía que los sabios de la antigüedad intentaron comunicarse con ellos, y que los elementales, en respuesta, entregaron un libro compuesto por los cuatro elementos, imposible de sostener o leer por medios convencionales.
Este "Libro de los Elementales" contenía conocimientos profundos sobre la naturaleza y la alquimia. Se creía que quien lograra descifrarlo obtendría poder sobre los elementos y comprensión del pasado y futuro de la Tierra. Sin También se advertía que, al leerlo, uno olvidaría inmediatamente su contenido, recordando solo la experiencia de haberlo leído.
Paracelso propuso una cosmología en la que los elementos estaban animados por espíritus específicos, y donde el conocimiento profundo de estos podía conducir a una mayor comprensión del universo y de uno mismo.
Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 91