ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 62 | 04.10.2024

YA ESTA DISPONIBLE EN ESTAS PLATAFORMAS DE PODCAST | BÚSCALO CÓMO "EL PELADO INVESTIGA"

YA ESTA DISPONIBLE EN ESTAS PLATAFORMAS DE PODCAST | BÚSCALO CÓMO "EL PELADO INVESTIGA"

LOS ÚLTIMOS CINCO

0

¿Qué pensarían los movimientos feministas si esta película se estrenara ahora? ¿Donde la trama nos presenta a una única mujer sobreviviente, embarazada, de un holocausto nuclear, que se encuentra con cuatro hombres?

Seguro harían manifestaciones en contra de este largometraje y ni hablar los defensores de la Cultura Woke, pero tranquilos, no hagan nada, porque para eso este análisis va a evacuar todas sus dudas.

Pese a que su guion posee algunas falencias de estructura, el contenido del filme llega a ser envolvente. Arranca con imágenes simbólicas de algunas ciudades del mundo que, de repente, son cubiertas por una nube negra. La devastación nuclear del planeta ha llegado y solo han sobrevivido 5 personas, que permanecían en situaciones de resguardo o aislamiento. Todas se llegarán a encontrar en una cabaña apartada donde confrontarán y tratarán de obtener respuestas a grandes interrogantes.


Nos detenemos en nuestra línea de tiempo, el día 25 de abril de 1951 la fecha en que se estreno esta película. “Los últimos cinco”, una historia postapocalíptica cuya valía podría estar representada en el hecho de haber sido la primera película en atreverse a abordar las consecuencias de una explosión nuclear, a los pocos años de lo sucedido en el desastre en Hiroshima y Nagasaki por el lanzamiento de la bomba atómica.

Contó con un presupuesto muy ajustado de 75.000 dólares, aprovechado hasta el último centavo. Cinco actores completamente desconocidos, filmación por entero en exteriores —incluidas las tomas de una ciudad desértica, realizadas a las cinco de la madrugada—, y toda una serie de reflexiones acerca de la condición humana en situación límite. El resultado es un extraordinario film, con toques de suspenso, y que se apartaba por completo de lo que realmente se hacía en el género en aquellos años.

“Los últimos cinco”, a poco de iniciado el largometraje, un periódico amarillento declara: “Científicos temen por aniquilación global. Estudiosos advierten contra un nuevo uso de la bomba”. Al parecer, esta “nueva bomba” es algo parecido a una bomba de neutrones, que deja los edificios y la infraestructura en gran medida intactos, pero es especialmente letal para los organismos vivos. Como finalmente revela la película, las ciudades y el paisaje están relativamente ilesos, pero los supervivientes tienen motivos para creer que “las radiaciones” están más concentradas en las zonas urbanas.

Los que la critican argumentando que es un largometraje lento y que está lleno de personajes aburridos y que hablan demasiado, pasan por alto un aspecto central de la película. Tiene lugar a partir de medio año después del holocausto nuclear, no en los horribles minutos o días inmediatamente posteriores al evento.

Estos supervivientes han tenido tiempo de superar el pánico y el dolor, pero ahora viven en un estado de shock residual. Al mismo tiempo, están resignados a la muerte del viejo mundo y dispuestos a hablar sobre qué se puede hacer, si es que se puede hacer algo, para reconstruir un mundo nuevo. Este asunto presenta dos vertientes, la del hecho básico de la procreación: en un mundo con escasez de personas y de opciones de ocio, tener sexo ya no es una temeridad, sino un deber ineludible, hay que repoblar el planeta sí o sí.

Es un cine centrado en la utilización expresiva de los rostros de los actores, en la fuerza física e incluso telúrica de los exteriores. Acierta por la sinceridad que emerge de su propuesta, en el patetismo creíble y nada tremendista que brinda de una mirada sobre la incapacidad de un pequeño grupo de seres, de superar las barreras y prejuicios que poco tiempo atrás llevaron a una hecatombe a la raza humana.

Ni siquiera esa extinción casi total, impedirá que estos sobrevivientes recaigan casi sin pretenderlo en la misma trampa. Quizá sea por la advertencia que la película formula sobre la falsa eficacia de seres pretendidamente carismáticos de comportamientos tan cercanos a los totalitarismos europeos, pero lo cierto es que emerge por derecho propio como una de las propuestas más valiosas y necesitadas de reconocimiento de la ciencia-ficción fílmica norteamericana de su tiempo.

LOS PERSONAJES
La configuración de las personalidades de los cinco sobrevivientes. Cada uno representa distintos tipos de valores, sentimientos o defectos. Dentro del grupo saldrán a flote el pesimismo, el egoísmo, la ambición, el racismo, la ingenuidad, la lealtad, la mezquindad, la persistencia y la desesperación. Toda una serie de cosmovisiones que querrán prevalecer una sobre la otra en un espiral de vida que crece y decrece de acuerdo a las circunstancias, y que siempre basará su movimiento en conductas humanas prestablecidas.

→ Roseanne, una mujer casada y embarazada, que fue resguardada en una sala de rayos X por el plomo, se dirige a pie a la rústica cabaña de mediados de siglo de su tía en las colinas de California. Su personaje se constituye como un referente de la fortaleza ante la adversidad. Su objetivo es buscar a su esposo, quien ella cree que está vivo;

→ Michael, un ex guía turístico del Empire State que ha viajado, contra todo pronóstico, por todo Estados Unidos sin hallar a ninguna otra persona viva. Un hombre derrotado moralmente y enclaustrado en sus propios límites y temores. Él se encargará de insinuarle a Roseanne que todo se acabó y que no hay esperanza.

→ Sr. Oliver, un cajero de banco de avanzada edad que parece vivir relajado en un mundo aparte y que reduce los acontecimientos a hechos pasajeros que no alteran su perspectiva de vivir bien;

→ Charles, un guardia de seguridad de color y poeta que quería ser maestro. Sigue asumiendo con dignidad su función de proteger al anciano. (Cuando ocurre la explosión atómica, Charles y el señor Oliver se encontraban en el interior de la bóveda del banco);

Así bajo este planteamiento de personajes, se crea una mini sociedad racialmente igualitaria, donde Michael y Charles se dedican a establecer una huerta e instalar un pequeño generador para proporcionar electricidad a la propiedad. Los cuatro supervivientes intentarán formar una comunidad en la que el respeto y la comprensión es lo primero —a pesar del más que lógico intento de violación de Michael a Roseanne, atrevido detalle de guion que aplica verosimilitud al relato—.

En un paisaje desolador, en el que la vida parece haber desaparecido por completo, reinará la armonía, hasta la aparición de un conflicto en forma de quinto superviviente:

→ Eric, un europeo de nacionalidad indeterminada que improbablemente afirma haber sobrevivido al desastre porque estaba escalando el Monte Everest. Vagó por Asia sin encontrar a nadie, tomó un barco a Hawái, voló a California, este se estrelló en el océano y la marea lo arrastro hasta la playa donde están los sobrevivientes. (Prueba de que hay un Dios).

Oliver muere inesperadamente, a causa de la radiación. El bebé de Roseanne nace poco después, por lo que quedan cinco supervivientes.

Las cosas realmente llegan a un punto crítico cuando Eric se revela como un racista empedernido, sugiriendo que, sea cual sea el tipo de sociedad que los pocos supervivientes decidan construir, debe construirse sin la presencia ofensiva e "interferente" de Charles.

Eric representa todo lo peor del ser humano, en clara contraposición con los demás personajes. Sin embargo, al igual que el resto, está lleno de matices, logrando que sea algo más que un cliché. Los malvados caminos de Eric traen el infierno al Edén: asesinato, avaricia, arrogancia y muerte en su pequeño mundo, asesinando a Charles, exponiendo el fatídico destino del bebé con las toxinas radiactivas en la ciudad —real en todas y cada una de las secuencias, incluida una caída. No obstante, su ceguera espiritual no le permitirá darse cuenta que sus creencias de inmunidad a la radiación son falsas y pagará con su vida la osadía de retarse a sí mismo.

¿Por qué no se la recuerda?
“Los últimos cinco” pertenece a ese grupo de películas de ciencia-ficción de los años cincuenta que ha caído en un injusto olvido, a pesar de lo más que interesante de su propuesta, una de las más logradas cintas acerca de las consecuencias de una hecatombe nuclear.

Representa la moraleja que, ante la posibilidad de que el mundo empiece de cero nuevamente, su nueva evolución derivará en idénticos resultados en cuanto a los males que la aquejaron anteriormente. La razón, el ser humano es incapaz de modificar determinadas características que conforman su microcosmos.

Los últimos cinco” se ha visto eclipsado por “La Hora Final” (1959) superior pero igualmente sermoneadora y de mano dura, dirigido por Stanley Kramer. Es una pena, ya que tantas películas surgieron, gracias a que “Los últimos cinco” popularizara y allanara el camino. Sólo debemos recordar que este largometraje fue el primero.

Lo que más me sorprendió fue su tono implacablemente oscuro, que es muy sorprendente para las películas de principios de la década de 1950 que todavía se deleitan en el ambiente optimista de la posguerra. Si no fuera por la narrativa muy pobre y los actores sin renombre en la industria, “Los últimos cinco”, definitivamente estaría junto a “La Hora Final” (que contó con algunos actores de primer nivel, entre ellos, Gregory Peck, Ava Gardner, Fred Astaire y Anthony Perkins entre otras estrellas de ese momento en el cine).

“Los últimos cinco”, propone una distopía absolutamente fascinante, con varios personajes enfrentados a un problema que supera toda creencia. Sólo la aceptación de la nueva situación, con el inquebrantable espíritu de supervivencia, podrá significar algo en el nuevo mundo que se extiende ante los protagonistas.

“Los últimos cinco” merece ser vista y discutida con más frecuencia de lo que es. Puede que la Guerra Fría haya terminado, pero la amenaza de la aniquilación nuclear todavía se cierne sobre nuestras cabezas, por lo que las cuestiones planteadas en este largometraje son tan relevantes hoy como lo eran en 1951.

Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 28 

Entradas que pueden interesarte

Sin comentarios