En 1965, la Comisión de Censura francesa tomó una decisión que marcó un hito en la historia del cómic adulto: Barbarella fue declarada inapropiada para menores, oficializando así la existencia de este género en Francia. Este cambio radical se debió a la combinación única de talento y provocación del guionista e ilustrador Jean-Claude Forest, quien, inspirado por diferentes corrientes narrativas y la creciente fascinación por la ciencia ficción, introdujo un enfoque sofisticado y erótico en las aventuras de Barbarella.
A diferencia de otros cómics para adultos, la obra de Forest no se limitó a la crudeza visual y sexual, sino que exploró las corrientes culturales emergentes, incluyendo guiños a los movimientos de liberación femenina y una dosis de humor. Este enfoque innovador atrajo la atención del editor Éric Losfeld, quien, reconociendo el poder del erotismo en la venta de libros, publicó una lujosa edición de Barbarella. A pesar de la censura y el costo, la demanda fue tan alta que en un año se lanzó una segunda edición.
El impacto no se limitó a las páginas de cómics. En 1968, el productor Dino De Laurentiis adquirió los derechos para llevarla al cine, con el director, Roger Vadim y Jane Fonda como protagonista. El equipo de producción incluyó a Forest, encargado del diseño de decorados, y a Paco Rabanne, responsable del vestuario. A pesar de contar con nombres destacados, la película no fue bien recibida por una crítica que aún no aceptaba completamente los productos pop.
Al surgir en el año 1962, Barbarella coincidió con el inicio del feminismo de segunda ola, la liberación sexual y la crítica a la feminidad tradicional. Aunque comparte similitudes con las heroínas del cómic, como Mujer Maravilla, Barbarella se diferencia por encarnar una tipología de heroína con una carga de erotismo existencialista propia de los años sesenta.
La originalidad de este personaje, radica en su capacidad para reflejar la sociedad abierta en temas de libertad sexual e igualdad de género, a pesar de situar sus historias en un tiempo y espacio distintos. La elección de la ciencia ficción como telón de fondo permitió a Forest explorar temas de manera más libre, aprovechando el boom del género en esa época.
La influencia de Barbarella se manifiesta en dos direcciones. Por un lado, ha sido adoptada por los feminismos a lo largo del tiempo, tanto por su supuesto potencial subversivo como para analizar sus asignaciones problemáticas, revelando lecturas críticas de la sociedad y la cultura moderna. Por otro lado, su legado se refleja en otras heroínas explosivas del cómic, como Vampirella, que continuaron la tradición ambivalente y provocadora iniciada por Barbarella.
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