Es un indicador que representa la cercanía de la humanidad al Armagedón. Su origen se remonta a la década de 1930, cuando Albert Einstein y Leo Szilard advirtieron sobre el poder destructivo de las armas nucleares, lo que condujo al establecimiento del “Proyecto Manhattan” y al desarrollo de la primera bomba atómica. A lo largo de los años, el reloj ha evolucionado para reflejar una amplia gama de riesgos catastróficos, incluyendo armas de destrucción masiva, deterioro ambiental y tecnologías disruptivas.
El Boletín de Científicos Atómicos, es responsable de ajustar el Reloj del Juicio Final anualmente, basándose en la evaluación de riesgos actuales. En 2020, el reloj se situó a solo 100 segundos de la medianoche, la hora simbólica del apocalipsis, manteniéndose en la misma posición para el siguiente año. Aunque popularmente se interpreta como una cuenta regresiva hacia la extinción, el reloj en realidad representa el nivel actual de riesgo que enfrenta la humanidad. Los movimientos del reloj reflejan las respuestas o falta de respuestas a estos riesgos por parte de la sociedad y los líderes mundiales.
El período más seguro registrado fue entre 1987 y 1991, cuando el reloj estaba a 14 minutos de la medianoche, debido al declive de la Guerra Fría y los esfuerzos internacionales para controlar el armamento nuclear. Sin embargo, desde entonces, el reloj ha avanzado gradualmente debido al fracaso en abordar amenazas globales emergentes, como el cambio climático y el debilitamiento de tratados nucleares. El cambio climático se ha integrado desde 2007, junto con las amenazas nucleares. A medida que surgen nuevos riesgos, como la inteligencia artificial y las armas biológicas, el desafío para controlar estos riesgos se vuelve más grave.
Factores como la tensión entre Estados Unidos y Rusia, la carrera armamentista nuclear y la falta de acción global para abordar el cambio climático han contribuido a acercar el reloj aún más a la medianoche. Incluso con eventos como el acuerdo nuclear con Irán y el acuerdo climático de París, la falta de implementación completa ha limitado su impacto en la posición del reloj.
El Reloj del Juicio Final es un recordatorio constante de los riesgos existenciales que enfrenta la humanidad y la urgencia de tomar medidas significativas para abordarlos. Su posición actual, a solo 100 segundos de la medianoche, subraya la necesidad de una acción inmediata y coordinada para garantizar la supervivencia a largo plazo de la civilización humana.
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El PELADO Investiga
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