Una de las posturas es «esconder la mano». La explicación más frecuente podemos resumirla así:
“Muchas teorías se han presentado en cuanto a por qué Napoleón es tradicionalmente representado con la mano en el chaleco. Algunas de estas hipótesis son: que tenía una úlcera en el estómago, que le estaba dando cuerda su reloj, que tenía una enfermedad de la piel con picazón, en su época era de mala educación poner las manos en los bolsillos, que tenía cáncer de mama, tenía una mano deforme, mantuvo una bolsita perfumada en su chaleco que hacía oler a escondidas, o que los pintores no les gustaba para pintar las manos”
Realmente esta pose era muy común en su época, y ello se debía a que se había convertido en una moda derivada de una convención social según la que todo hombre bien educado debía posar así. Ello consta en el libro “Las reglas del decoro y la urbanidad cristiana”, publicado en 1702 por el sacerdote Jean-Baptiste de La Salle para aleccionar a los niños y los adolescentes pobres de las escuelas que había fundado sobre cómo debían comportarse: “… si no se tiene bastón, ni manguito, ni guantes, es bastante común posar el brazo derecho sobre el pecho o sobre el estómago, poniendo la mano en la abertura de la chaqueta (…). En general, hay que mantener los brazos en una situación que sea honesta y decente”, explicaba La Salle.
Aunque se han propuesto varias explicaciones para este gesto, desde problemas de salud hasta convenciones sociales de la época, una teoría persistente apunta hacia la masonería. Muchos de los líderes históricos que adoptaron esta pose fueron miembros destacados de esta orden secreta. Este gesto, conocido como la "mano oculta", podría ser un símbolo de pertenencia y compromiso con los principios masónicos.
En los rituales de la masonería, la "mano oculta" tiene un significado específico: comunica la afiliación del individuo a la orden y su compromiso con sus ideales. A través de este gesto, los líderes mundiales transmiten sutilmente su asociación con la hermandad masónica y su dedicación a sus principios. Es una forma de señalar su participación en una red secreta que trasciende las fronteras políticas y sociales.
Los retratos de figuras como Napoleón revelan pistas adicionales sobre su conexión con la masonería. Detalles como la posición de los pies pueden indicar su participación en rituales y ceremonias masónicas. Este gesto no es simplemente una pose casual, sino un símbolo poderoso de una fuerza oculta que ha moldeado la historia y continúa influenciando el curso del mundo.
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El PELADO Investiga
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