Figuras enigmáticas que emergen de la antigua narrativa bíblica, han capturado la imaginación de generaciones. Según el Génesis 6, 1–4, su nombre significa "los caídos", son fruto de la unión entre seres divinos, identificados como "hijos de Dios", y mujeres humanas, llamadas "hijas de Adán". En la tradición bíblica, los Nefilim son descritos como gigantes y guerreros de gran renombre, como se menciona en el Antiguo Testamento, en el libro de Ezequiel, investiguemos…
“Ellos no yacen con los héroes caídos antiguamente –con los que bajaron al Abismo con sus armas de guerra, con sus espadas debajo de sus cabezas y sus escudos sobre sus restos– porque el terror de los héroes reinaba en la tierra de los vivientes”. Ezequiel 32-27
Y también se hace mención en el libro de los Números…
“Vimos a los gigantes –los anaquitas son raza de gigantes–. Nosotros nos sentíamos como langostas delante de ellos, y esa es la impresión que debimos darles”. Números 13-33.
Una teoría antigua sugiere que la existencia de los Nefilim fue la causa del diluvio, basándose en que el siguiente versículo, Génesis 6-5, introduce la narrativa de este desastre divino después de hablar de ellos, y debido a su nombre, "los caídos". Sin embargo, esta interpretación es discutible, ya que el pasaje no los critica y, de hecho, los elogia. Es probable que el nombre "los caídos" se refiera más bien a su descendencia divina que desciende a la humanidad, adquiriendo así una condición casi humana pero aún sobrenatural.
Aunque los Nefilim son mencionados en unos pocos pasajes bíblicos, los términos "Refaim" y "los muertos" también están asociados con ellos. "Refaim" se refiere a los gigantes bíblicos y, en particular, a aquellos que se alzan en oposición a Israel o sus representantes. Estos gigantes, como Anakim, Og y Goliat, son representados como una fuerza aterradora, pero su destino siempre está marcado por la derrota, cumpliendo así con el significado de su nombre, "los muertos". Este término también se aplica a aquellos muertos que alcanzan un estatus casi divino, equiparable a los Santos en la tradición cristiana.
La presencia de los Refaim en la Biblia se registra en varios libros del Antiguo Testamento, primero en el libro del Deuteronomio, investiguemos…
(…) “Tanto ellos como los anaquitas eran tenidos por gigantes, pero los moabitas los llaman emíes”.
(…) “En cuanto a Og. Rey de Basán, él era el único sobreviviente de la raza de los gigantes. Como puede apreciarse por su sarcófago, que todavía se encuentra en Rabat de los amonitas: es un sarcófago de basalto, que mide cuatro metros y medio de largo por cuatro de ancho, según la medida común”. Deuteronomio 2-11; 3-11;
Por último nos detenemos en dos libros sagrados más… investiguemos…
(…) “Luego hubo otro combate contra los filisteos en Gob. Eljanán, hijo de Jaír, el de Belén, mató a Goliat, de Gat. El asta de la lanza de Goliat era gruesa como el palo grande de un telar”. 2 Samuel 21-19 y por último…
(…) y no quedó un solo anaquita en territorio de Israel. Sólo quedaron algunos en Gaza, en Gad y en Asdod”. Josué 11-22.
En estos relatos, los Refaim son derrotados por los elegidos de Dios, resaltando así la insignificancia de su poder frente a la voluntad divina. Esta aproximación entre los poderosos gigantes y los humildes representantes de Dios sugiere un mensaje más profundo sobre la verdadera fortaleza y el destino de aquellos que se oponen a la voluntad divina.
Recopilación
El PELADO Investiga
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