ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 69 | 22.11.2024

GUIRANDANA DE LAY


En 1461, en la ciudad de Jaca, Guirandana de Lay, una mujer fue acusada de brujería y envenenamiento, siendo condenada a la hoguera. Aunque vivía en Villanúa, su lugar de nacimiento no se menciona en el proceso. Sin embargo, su apellido sugiere un posible origen bearnés, lo que no sería sorprendente dado que muchos bearneses se habían asentado en Aragón, y varias mujeres de este grupo habían sido juzgadas por hechicería. El proceso también revela un único pariente, su madre Vicienta, cómplice en sus crímenes.

El 12 de marzo de 1461, se ordenó la "búsqueda y captura" de Guirandana, lo cual se llevó a cabo al día siguiente. Fue trasladada a la ciudad, donde se le presentaron los cargos. Se le acusó de múltiples crímenes cometidos entre marzo de 1460 y septiembre de 1461:

Polvos Letales: Pasar polvos por la boca de una mujer tras una disputa, causando su agonía inmediata.

Hierbas Mortíferas: Administrar hierbas venenosas a la hija de un vinicultor, dejándola moribunda.

Pan Envenenado: En diciembre de 1460, dar pan mezclado con hierbas venenosas a una niña de 11 años, quien murió poco después.

Un Mortal Bocado: En enero de 1461, envenenar a una niña al darle algo para comer, causando su muerte instantánea.

Poción Mortal: En enero de 1461, dar una poción venenosa a una joven, inflándole el vientre y causando su muerte.

Manzana Envenenada: En septiembre de 1457, dar una manzana con veneno al hijo de un acusador, provocando su fallecimiento.

Cuarto de Manzana Letal: También en septiembre de 1457, administrar una poción venenosa en un cuarto de manzana a otro joven, quien también murió. En este caso, su madre Vicienta fue acusada de complicidad.

Diecisiete personas confirmaron que la bruja era una persona ponzoñera, perversa y de mala fama. Era conocida como la "cap e bordon" o líder de los aquelarres de las envenenadoras, y se jactaba de sus actos, según testigos del lugar.

El fiscal pidió que Guirandana fuera quemada en la hoguera y que sus bienes fueran embargados para cubrir los gastos del juicio. Durante su primer interrogatorio el 13 y 14 de marzo, inicialmente se declaró inocente, pero bajo presión del Lugarteniente del Justicia, admitió envenenar a una de sus víctimas con la ayuda de su madre Vicienta. También reveló los nombres de otros cómplices: Sancha Fatás, el matrimonio Betrán y Andrea, Peregrina la viuda, Graciana de Beneduges y su hija Contessa, María de Pes de La Cura, y su madre Vicienta.

El 24 de marzo de 1461, el Notario Martín de Rayza le comunicó los cargos por petición del procurador fiscal. Guirandana encomendó su alma a Dios y a la Virgen María. Se tasaron las costas del juicio en 83 sueldos, 4 dineros y 15 florines, y el Lugarteniente ordenó el embargo de sus bienes para cubrir estos costos. Aunque no consta la ejecución de la sentencia, se supone que la bruja fue quemada en Jaca.

Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 47

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