Durante una presentación en el programa "Badía y Cía", Fontova introdujo su canción como “la única manera de combatir las pirañas”, un término que podría referirse a las dificultades y problemas de la vida. Invitó al público a unirse a él en el coro, creando una conexión optimista entre él y su audiencia.
La canción comienza transmitiendo un mensaje de optimismo. A pesar de las dificultades y adversidades que uno pueda enfrentar, la frase "me siento bien" se repite como un mantra. Esto sugiere que, a pesar de lo que pase, siempre hay una razón para sentirse positivo y agradecido. La repetición de "y yo también" por parte del público refuerza esta idea de comunidad y apoyo mutuo.
En esta parte, la letra invita a recordar momentos de alegría y a disfrutar de las cosas simples de la vida. Aunque existan problemas, hay un espacio para la felicidad. La simplicidad de disfrutar de la compañía de amigos o de un buen momento resalta la importancia de valorar lo que tenemos.
El estribillo es donde se intensifica el sentimiento de unidad. Fontova anima a la audiencia a unirse en un canto conjunto, creando un efecto de catarsis. La idea de "me siento bien" se convierte en un grito de guerra ante las adversidades. La conexión emocional entre el artista y el público se siente intensa y auténtica.
En el año 2000, la canción tuvo un renacer gracias a su uso como jingle de Hepatalgina, un medicamento para el hígado. Las imágenes de argentinos disfrutando de la comida mientras decían "me siento bien" hicieron que la canción volviera a resonar en el corazón de las personas.
Fontova, fiel hincha del club Atlanta, logró que su canción se integrara en el ambiente del fútbol argentino. Equipos como Racing Club adoptaron la letra en sus cánticos, mostrando cómo la música puede unir a las personas en torno a una pasión compartida, haciendo que la canción fuera parte de la cultura popular en las canchas.
Después de la crisis económica y política de Argentina en 2001, Fontova reflexionó sobre su canción y cómo había cambiado su significado. Comentó que “A pesar de todo me siento bien, parecía un poco masoquista", pero que, aun así, representaba una forma de liberación y aceptación de las circunstancias.
En 2014, cuando Fontova fue reconocido en la Legislatura de Buenos Aires, tuvo la oportunidad de compartir su canción con sus seres queridos y el público, reafirmando su legado. A pesar de las críticas al sistema y a situaciones difíciles, siempre mantuvo su frase emblemática: “A pesar de todo, me siento bien”, demostrando que la música puede ser una poderosa herramienta de resistencia y optimismo.
"A pesar de todo me siento bien" no solo es una canción pegajosa, sino también un himno de resiliencia y unión que ha perdurado en el tiempo, reflejando la capacidad humana de encontrar luz incluso en los momentos más oscuros.
Tema musical incluido en el #expediente 61, del 27.09.2024
Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 61
