Era En Abril, es una obra profundamente conmovedora que trata el desgarrador tema de la pérdida de un hijo. A través de su letra, el artista plasma el dolor y la angustia que experimentan los padres al enfrentar la muerte de un bebé antes de su nacimiento. En cada verso, Baglietto describe cómo la ilusión y la esperanza de la llegada de un nuevo ser se transforman en un vacío inmenso ante una tragedia tan inesperada.
La letra utiliza imágenes poéticas que resaltan la promesa de vida que representaba el niño. Frases como “blanca canción” y el “ritmo tibio” del movimiento en el vientre evocan suavidad y ternura, simbolizando el amor y la conexión que ya existían entre los padres y el bebé no nacido. Además, se compara al niño con un “prado en flor”, una metáfora que acentúa la idea de una vida llena de potencial que fue interrumpida prematuramente.
La repetición de la frase “mi niño” refuerza el sentimiento de cariño profundo y amor incondicional. Aunque el bebé no llegó a nacer, el vínculo que los padres habían creado es real, palpable, y la pérdida se siente como un dolor indescriptible. Uno de los momentos más impactantes de la canción es la mención de los “dos pechos llenos de leche y dolor”, una imagen poderosa que expresa tanto la preparación física de la madre para alimentar al bebé como la desgarradora realidad de que ese hijo ya no está. Esta imagen nos habla de la naturaleza dual de la pérdida: la muerte de una vida esperada y el fin de una ilusión maternal.
Un aspecto clave que resalta en "Era En Abril" es la mención de la fe, o más bien la lucha con ella. El narrador dice que tiene “el alma muda de pedirle a Dios”, una frase que puede interpretarse como una crisis de fe. En los momentos más oscuros del dolor, incluso la creencia en Dios puede tambalearse, y esta línea refleja la impotencia y el silencio ante un sufrimiento que no tiene respuestas claras ni fáciles. La sensación de abandono espiritual es palpable, y el narrador parece debatirse entre el deseo de pedir consuelo y la sensación de que, en su dolor, ni siquiera Dios puede aliviar su pena.
El final de la canción introduce un concepto estremecedor: la posibilidad de que la familia se reúna en la muerte. La frase “El marcharnos tres, que quedarnos dos” refleja una desesperación tan profunda que la idea de seguir viviendo sin ese hijo perdido parece insoportable. A través de esta reflexión, Baglietto transmite la magnitud del sufrimiento y la lucha por encontrar sentido o razones para continuar.
La obra no solo habla del dolor individual de los padres, sino que también aborda el desafío universal de cómo seguir adelante tras una pérdida significativa. La canción nos recuerda que, aunque la vida sigue, el vacío que deja la muerte de un hijo es inmenso y difícil de llenar. Baglietto, con su voz y su poesía, nos invita a sentir y reflexionar sobre esta dolorosa experiencia que muchos han enfrentado, pero que pocos pueden expresar de una manera tan delicada y emocionalmente intensa.
La canción fue la inspiración para el nombre de la fundación de origen argentino Era en abril, que es la primera organización sin fines de lucro en Latinoamérica para brindar apoyo a los padres de bebés fallecidos en el embarazo, en el parto o después de nacer.
Tema musical incluido en el #expediente 62, del 04.10.2024
Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 62
