Uno de los temas más intrigantes y debatidos relacionados con experiencias cercanas a la muerte es el famoso "túnel de luz" que muchas personas dicen ver en los momentos finales. Sin embargo, tras examinarlo con una perspectiva crítica y esotérica, este fenómeno podría ser algo muy distinto de lo que comúnmente se piensa. Desde tiempos inmemoriales, las tradiciones espirituales han hablado de una lucha entre las fuerzas de la luz y las sombras, un enfrentamiento que trasciende lo físico para abarcar lo cósmico. Según algunas teorías gnósticas y espirituales modernas, lo que percibimos como "la luz" al morir podría no ser una invitación celestial, sino una trampa diseñada para mantener nuestras almas cautivas en un ciclo interminable de reencarnaciones.
En las creencias gnósticas, los Arcontes eran entidades inter dimensionales que controlaban la realidad material, actuando como intermediarios de un falso dios conocido como el Demiurgo. Este ser, lejos de ser el creador supremo benevolente, es visto como una figura que manipula a la humanidad a través de sistemas de creencias y realidades ilusorias. Los gnósticos argumentaban que este mundo material es una prisión diseñada para mantener nuestras almas atrapadas, alimentando a estas entidades con nuestra energía vital.
Este concepto resuena con las narrativas de que, tras la muerte, los humanos son guiados hacia un túnel de luz que, lejos de conducirlos a la libertad espiritual, los atrae de nuevo hacia la "Rueda del Samsara", el ciclo interminable de nacimiento, sufrimiento y muerte. En palabras de Jesús, según el “Evangelio de Tomás”: "Si conocéis lo que está delante de vuestra cara, lo que está oculto se os revelará" (Evangelio de Tomás, 5). Esto sugiere que las verdaderas respuestas están más allá de lo que parece evidente.
Muchos relatos de experiencias cercanas a la muerte coinciden en describir un túnel luminoso acompañado de figuras familiares o angelicales que invitan a las almas a seguir adelante. Sin embargo, algunos investigadores espirituales sugieren que estas experiencias podrían ser manipulaciones por entidades que buscan reciclar a las almas en la matriz de reencarnación. Utilizando imágenes y emociones asociadas con el amor y la familiaridad, estas entidades aseguran que el alma confíe en lo que está viendo. Un punto relevante es que, en varias culturas y tradiciones religiosas, se habla de falsos paraísos o ilusiones diseñadas para desviar a los buscadores de la verdad. Por ejemplo, en los Puranas hindúes, se describen diferentes niveles de cielos y reinos de demonios que reflejan estados ilusorios y engañosos.
Frente a estas posibles trampas, se dice que la única luz confiable es la que proviene del interior, la chispa divina que habita en cada ser humano. Según algunas interpretaciones de los textos de Jesús, como el controvertido “Evangelio de Judas”, la conexión auténtica con lo divino no proviene de estructuras externas ni figuras celestiales, sino de un descubrimiento interno. Jesús decía: "El reino de Dios está dentro de vosotros y alrededor de vosotros" (Evangelio de Tomás, 3). Esto sugiere que nuestra verdadera guía no debe provenir de estímulos externos, sino de una conexión directa con nuestra esencia espiritual.
Para quienes aceptan estas teorías, el consejo es claro: en el momento de la muerte, no debemos seguir automáticamente cualquier luz o figura que se presente. En su lugar, es importante enfocar nuestra atención en nuestra propia luz interior, en la voz de nuestro ser más profundo. Algunos proponen métodos prácticos para prepararse espiritualmente, como la meditación y el autoconocimiento, para evitar caer en estas supuestas trampas.
Aunque estas ideas puedan parecer desalentadoras, también hay un mensaje de esperanza. Muchos creen que las estructuras que sostienen esta supuesta "Matrix cósmica" están comenzando a desmoronarse, permitiendo que más almas escapen de la “Rueda del Samsara” y se reconecten con el verdadero origen divino.
En última instancia, la pregunta de si el túnel de luz es un camino hacia la salvación o una trampa cósmica no tiene una respuesta definitiva. Sin embargo, invita a una profunda reflexión sobre nuestras creencias acerca de la vida, la muerte y lo que podría venir después. ¿Estamos listos para mirar más allá de las apariencias y descubrir la verdad por nosotros mismos?
Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 76
