ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 108 | 12.09.2025

LA MASONERÍA REVELADA EN LOS DIBUJOS ANIMADOS (Parte 1)


La masonería ha sido, a lo largo de los siglos, una de las organizaciones más debatidas, interpretadas y, a menudo, mal comprendidas en el imaginario popular. Su carácter secreto y simbólico ha alimentado una serie de narrativas que van desde teorías conspirativas hasta relatos de liberación y progreso. En las sociedades de raíz cristiana, especialmente en Iberoamérica, ha predominado una visión sospechosa hacia las logias masónicas, considerándolas como grupos de influencia oculta o incluso como amenazas al orden establecido.

En países como México, la masonería ha sido frecuentemente vinculada al poder político. Existe una narrativa que sostiene que, durante buena parte del siglo XX, era prácticamente un requisito ser masón para ascender a los más altos cargos de gobierno, especialmente dentro del Partido Revolucionario Institucional. Aunque no siempre existen documentos oficiales que lo confirmen, los relatos orales y algunas fuentes indirectas han mantenido viva esta suposición.

A nivel cultural, la masonería también ha penetrado el lenguaje audiovisual. Desde la mitad del siglo XX, la influencia de la televisión estadounidense ha sido enorme en Latinoamérica, y no son pocas las producciones animadas que han introducido, de forma velada o directa, referencias a sociedades secretas con guiños que evocan rituales masónicos.

En el prólogo del libro "300 años: masonerías y masones. 1717-2017", el investigador Ricardo Martínez Esquivel menciona casos paradigmáticos. Entre ellos está el episodio de Los Simpson en el que Homero se une a una logia secreta llamada los Magios, que parodia la estructura jerárquica y los rituales de la masonería. Otro ejemplo lo encontramos en Bob Esponja, con el rito de los Cefalópodos, y en Los Picapiedra, donde Pedro y Pablo pertenecen a la logia de los Búfalos Mojados.

La ficción animada ha utilizado la parodia para reflejar la iniciación masónica como una especie de rito secreto, plagado de excentricidades, saludos especiales y pruebas absurdas. En muchas ocasiones, estas representaciones buscan generar humor a partir del misterio que rodea a estos grupos. También dan cuenta de un interés constante por parte de los creadores de contenido en explorar los límites entre lo público y lo secreto, lo mundano y lo ritual.

La serie Pinky y Cerebro también abordó el tema en un episodio donde los personajes ingresan a un grupo llamado ELLOS, un guiño evidente al Club Bilderberg, que se caracteriza por su exclusividad y hermetismo. En ese capítulo, se caricaturizan saludos rituales y signos de pertenencia, lo cual recuerda a los procedimientos de reconocimiento masónico.

Gravity Falls, una serie más reciente, retoma el tema desde una óptica de misterio juvenil. En ella aparece el personaje de Bill Clave, una entidad triangular con un solo ojo, claramente inspirado en el "Ojo que todo lo ve", símbolo frecuentemente asociado a la masonería y a la iconografía del billete de un dólar estadounidense. El tío del protagonista, Stanley Pines, también viste un fez, prenda habitual entre los Shriners, una orden derivada de la masonería.

La atracción por el simbolismo iniciático en estas producciones se debe, en gran medida, al misterio que rodea la ceremonia de ingreso a las logias. Aunque cada rito tiene sus particularidades, es común que incluyan una serie de pruebas o "viajes" simbólicos. Estos ritos de paso, como han sido estudiados por la antropología, marcan la transición de un estado a otro: del profano al iniciado.

En el siguiente expediente, profundizaremos en las representaciones específicas de la iniciación masónica dentro de varios dibujos animados, contrastándolas con descripciones históricas tomadas de manuales rituales del siglo XIX, para entender qué tanto de ficción y cuánto de realidad existe en estos guiños televisivos.

Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 90

Entradas que pueden interesarte