
Este oscuro personaje, se despliega en la historia de Gotham como una presencia que distorsiona la línea entre realidad y pesadilla. Su existencia combina siglos de ambición humana, rituales prohibidos y un poder que parece trascender la vida misma. Nacido en el siglo XVIII como Thomas Wayne, un miembro oscuro y despreciado de su propia familia, buscó la inmortalidad a través de la adoración de un ser llamado Barbatos, un demonio al que sus contemporáneos nunca se atrevieron a mirar de frente. La noche en que su culto logró convocar a lo que él creía su dios, los demás huyeron aterrorizados, dejando a Wayne frente a un secreto que cambiaría la historia: un pacto que le otorgó vida eterna y lo transformó en la figura que siglos después sería conocida como Simon Hurt.
Hurt no es un villano ordinario; su maldad reside tanto en su intelecto como en su obsesión. Con el paso de los años, su misión se centró en destruir a su descendiente más famoso, Bruce Wayne, conocido como Batman. Desde el inicio de la carrera de Bruce, utilizó su conocimiento de la psicología y la manipulación para infiltrarse en los experimentos que supuestamente debían proteger a Gotham de la pérdida de su héroe. Bajo la apariencia de científico, sometió a Bruce a pruebas que distorsionaban la percepción de la realidad, mostrando escenas de muerte y desesperación, y sembrando en su mente un mecanismo hipnótico que sería activado por la frase “Zur‑En‑Arrh”. No buscaba el daño físico inmediato; su objetivo era corroer la mente del héroe, sembrar la duda y la fragmentación.
A lo largo de los años, construyó su imperio de sombras con el grupo conocido como el Guante Negro, un colectivo de poderosos y corruptos que utilizaba el miedo, la violencia y la manipulación como herramientas. Bajo su dirección, lo que parecía una reunión de élites se convertía en un tablero macabro donde la vida y la muerte eran apuestas calculadas, y donde los héroes eran piezas sacrificables para sus experimentos psicológicos. Cada acción suya estaba diseñada para profundizar la desesperación de Batman, para que la obsesión con la identidad del Guante Negro devorara su mente y lo acercara a la ruptura total.
El terror de Simon Hurt se manifiesta en la desorientación que causa. Bruce, enfrentado a la activación del disparador hipnótico, se transforma en un Batman alternativo, caótico y extremo, incapaz de confiar en sus recuerdos o en sus aliados. La realidad se fragmenta a su alrededor, y cada rostro conocido puede convertirse en enemigo, cada lugar seguro en una trampa. Hurt no necesita atacar físicamente; su arma es la mente, la manipulación de percepciones y recuerdos, y la habilidad de convertir la seguridad en amenaza constante. Su presencia se siente en cada sombra, en cada decisión cuestionada, en cada fragmento de memoria que parece traicionarlo.
Simon Hurt representa un terror diferente: el que no se ve venir, el que se infiltra lentamente, el que cuestiona la identidad, la memoria y la moral. Su longevidad y astucia lo convierten en un enemigo que parece invencible, no porque sea más fuerte, sino porque entiende las vulnerabilidades humanas a un nivel profundo y las explota con precisión. Su historia no es solo la de un villano, sino la de un espectro que acecha detrás de cada mentira, de cada duda, de cada sombra que parece inofensiva, recordando que el verdadero horror reside en lo que no se puede tocar, pero que siempre puede quebrar.
Apareció por primera vez en Batman #156, publicado en junio de 1963, y su versión moderna y desarrollada como villano inmortal fue presentada en Batman #667, publicado en septiembre de 2007, dentro de la etapa escrita por Grant Morrison en la serie Batman de DC Comics.
Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 121