Wilfrid Michael Voynich, destacó como bibliógrafo y químico, además de obtener el título de farmacéutico. Aunque sus orígenes son difusos, se especula que nació en Kovno, Lituania. Su legado incluye el descubrimiento de un enigmático manuscrito, que ahora lleva su nombre, y que ha desconcertado a eruditos y curiosos por igual.
El Manuscrito Voynich es un pequeño libro de 23 por 15 centímetros, con hojas irregulares, muchas de las cuales están plegadas en dos o tres partes, multiplicando su tamaño. Actualmente, consta de 246 cuartillas, aunque faltan 8 cuyo paradero se desconoce. De estas páginas, 33 contienen solo texto, mientras que el resto está dedicado a ilustraciones creadas con tinta y acuarela en tonos que van desde verdes y marrones hasta rojos, amarillos y azules. Las imágenes hacen referencia al mundo científico y botánico.
Voynich dividió el manuscrito en seis secciones según los temas de los dibujos:
1. Sección Botánica: Con 113 dibujos de especies de plantas, flores, hojas y bulbos, acompañados de textos detallados sobre cada parte de los vegetales.
2. Sección Astronómica o Astrológica: Presenta 25 diagramas astrales que representan el sol, la luna y los signos zodiacales. También incluye ilustraciones de mujeres desnudas emergiendo de objetos que parecen tubos de ensayo. Contiene poco texto.
3. Sección Biológica: Muestra dibujos femeninos en escala reducida, con vientres abultados y caderas opulentas emergiendo de cápsulas interconectadas con fluidos. Estas ilustraciones parecen representar la reproducción humana, haciendo referencia al alma en el detalle de las “cápsulas interconectadas”.
4. Sección sin Definición: Compuesta por seis folios que contienen dibujos de nueve medallones plagados de estrellas, algunos con formas que recuerdan a baterías eléctricas o tubos de ensayo. Podrían representar la estructura de una célula humana.
5. Sección Farmacéutica: Con dibujos botánicos de más de 100 especies de hierbas y plantas medicinales, cada uno acompañado de texto explicativo.
6. Texto Ininterrumpido: Solamente contiene texto acompañado de pequeños dibujos en los márgenes y bordes de las hojas.
Voynich dedicó décadas al análisis del manuscrito y llegó a atribuir su autoría a Roger Bacon o John Dee, basándose en las distintas técnicas de escritura presentes en el texto. Además, sugirió que su procedencia era del suroeste de Europa, cambiando su afirmación de España, Portugal o Francia a Alemania en años posteriores.
En 2009, las pruebas de Carbono 14 dataron el manuscrito entre 1404 y 1454. A pesar de los esfuerzos de Voynich y otros, el contenido del libro sigue siendo un misterio, ya que no se ha logrado descifrar ninguna frase o palabra. La falta de referencias comparativas con otros textos de la época ha contribuido a que el Manuscrito Voynich sea un enigma encriptado en el tiempo, destinado a permanecer sin descifrar para siempre.
Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 21
.jpg)
