Una obra mágica y legendaria, emerge de una historia que se remonta al siglo XI, vinculada al “Codex Gigas”, un manuscrito medieval considerado la octava maravilla por su impresionante tamaño. Se cuenta que un monje Benedictino, condenado a ser empalado, negoció con Satanás para crear el libro en una noche a cambio de que la imagen del Diablo figurara en él. Este pacto dio origen al “Codex Gigas”, que a lo largo de los siglos fue objeto de robos y maldiciones, perteneciendo también a la lista de libros prohibidos e indescifrables, junto con otra obra atribuida a San Cipriano de Antioquía.
Su nombre surge de la devoción de sus padres por Afrodita, con el paso de los años, se transformó en un poderoso mago tras ser educado en Caldea y Egipto. La leyenda relata sus intentos de enamorar a Justina mediante artes mágicas, pero ella se defiendo con la cruz, llevando a la conversión de Cipriano al cristianismo y eventualmente convirtiéndose en obispo. Durante la persecución de Diocleciano en el año 303, tanto Cipriano como Justina fueron torturados y ejecutados.
El Libro de San Cipriano, conocido como Ciprianillo, es un grimorio que recopila fórmulas mágicas para desenterrar tesoros en Galicia. Su origen se remonta al siglo XVII, y consiste en el “Ciprianillo Negro”, traducción del “Gran Grimoire” francés con conjuros y pócimas, y el “Ciprianillo Blanco”, que detalla la ubicación de 174 tesoros. Inicialmente desacreditado en 1885 por Bernardo Barreiro, circuló en distintas ediciones, cada una reclamando autenticidad.
La obsesión de los gallegos por la riqueza en lugares específicos se vincula a Pedro Vázquez de Orxás, un sacerdote del siglo XVII que obtuvo permiso para excavar en tumbas gallegas en busca de tesoros. Este evento desencadenó excavaciones furtivas, saqueando más de 3.000 túmulos, originando la conexión del Ciprianillo con la búsqueda de tesoros y conjuros para anular encantamientos y maldiciones.
Leyendas gallegas sugieren que la edición original de este grimorio, compuesta por veinte volúmenes, estaba encadenada en la biblioteca de la Universidad de Santiago o en la catedral, ordenada por la Inquisición para evitar su lectura. El libro, codiciado y buscado, condujo a obsesiones, locuras, enfermedades y ruinas económicas entre aquellos que intentaron adquirirlo o practicar sus rituales.
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El PELADO Investiga
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