La leyenda urbana de que Walt Disney está criogenizado, esperando ser revivido en el futuro, es una historia que ha cautivado la imaginación popular durante décadas. Aunque suene a ciencia ficción, la realidad es más terrenal. Disney falleció en 1966 debido a un cáncer de pulmón, y sus restos descansan en el Forest Lawn Memorial Park de Los Ángeles, no en un congelador. La idea de la criogenización, preservando cuerpos a bajas temperaturas en espera de futuros avances médicos, ha sido objeto de fascinación y controversia.
La criogenización como concepto ha evolucionado desde las especulaciones de Benjamin Franklin en el siglo XVIII hasta las investigaciones modernas del siglo XX. El profesor Robert Ettinger, considerado pionero en este campo, sugirió en su libro de 1962 que congelar personas podría ser una forma de alcanzar futuros avances médicos y prolongar la vida más allá de la muerte aparente.
La primera persona criogenizada oficialmente fue el Dr. James Bedford en 1967, aunque este experimento fue un desastre. Su cuerpo sufrió daños irreparables debido a las técnicas primitivas de la época. Aunque hoy en día la criogenización se ha refinado con la vitrificación, una técnica que evita la formación de cristales de hielo en los tejidos, sigue siendo un proceso experimental.
Empresas como “Alcor Life Extension Foundation” se dedican a la vitrificación de cuerpos completos, con la esperanza de que algún día la tecnología permita la reanimación de los pacientes. Sin embargo, estos procesos enfrentan numerosos desafíos, desde problemas de isquemia hasta daños celulares causados por la congelación.
El debate ético en torno a la criogenización es complejo. Aunque se logre preservar cuerpos, actualmente no existe la capacidad de revivir estructuras complejas. Los cuerpos criogenizados son, en esencia, una apuesta hacia el futuro, en la esperanza de que la ciencia algún día encuentre una solución. El coste económico también es un factor importante. La membrecía en instituciones como Alcor implica una inversión significativa, y la proximidad geográfica puede afectar la calidad de la preservación.
A pesar de los avances, la criogenización sigue siendo principalmente un terreno de especulación y esperanza. Las organizaciones que ofrecen este servicio no son centros de investigación, sino más bien guardianes de un sueño futuro. La idea de revivir a Walt Disney para que continúe creando películas es, por ahora, pura ciencia ficción.
Recopilación
El PELADO Investiga
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