ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 57 | 30.08.2024

YA ESTA DISPONIBLE EN ESTAS PLATAFORMAS DE PODCAST | BÚSCALO CÓMO "EL PELADO INVESTIGA"

YA ESTA DISPONIBLE EN ESTAS PLATAFORMAS DE PODCAST | BÚSCALO CÓMO "EL PELADO INVESTIGA"

EL CUERPO DE LA MUJER EN EL GÓTICO (primera parte)

0

El género gótico, en sus inicios, se sumergió en las profundidades más sombrías de la vida humana, lejos del romanticismo empalagoso que a menudo se asocia con él hoy en día. Una exploración de las primeras obras góticas revela una perspectiva audaz y revolucionaria sobre el amor, el matrimonio y el sexo, desafiando las convenciones sociales y cuestionando las estructuras de poder dominantes.

En obras como "El castillo de Otranto" de Horace Walpole, el cuerpo de la mujer se convierte en un campo de batalla para el poder y la propiedad. Manfred, el protagonista-villano, no busca el amor o el deseo en su obsesión por la prometida de su hijo muerto, sino la perpetuación de su dinastía a través de la posesión de su cuerpo. Este enfoque distante del romance y la sexualidad refleja una época en la que el matrimonio era más un contrato económico que una unión amorosa, y las mujeres eran consideradas legalmente subordinadas a sus esposos.

La ley y la sociedad del siglo XVIII reflejaban una realidad cruel para las mujeres, donde su identidad y propiedad estaban subordinadas a la de sus esposos. La Ley Hardwicke de 1753 y otras normativas legales perpetuaban la desigualdad de género, dejando a las mujeres vulnerables a la explotación y la violencia masculina. En este contexto, los peligros del romance y el matrimonio en las novelas góticas eran una representación escalofriante de las realidades sociales de la época.

El género gótico, sin embargo, no se limitó a retratar pasivamente estas injusticias. Por el contrario, se convirtió en una herramienta para desmitificar el romance y cuestionar las normas sociales establecidas. Las escritoras del Gótico Femenino, como Ann Radcliffe, utilizaron sus obras para exponer las intenciones ocultas detrás de las atenciones masculinas, recordando a las lectoras que el encanto podía ser una máscara para la opresión.

En contraste, el Gótico Masculino, encabezado por autores como Matthew Lewis y Charles Maturin, adoptó una estética más violenta y explícita. A través de la representación de violaciones e incestos, este subgénero reveló las ansiedades y obsesiones de los hombres con el cuerpo femenino, explorando el lado oscuro de la sexualidad y el deseo.

Aunque las diferencias entre el Gótico Femenino y el Gótico Masculino pueden parecer sutiles, reflejan preocupaciones y perspectivas distintas sobre el cuerpo de la mujer y su papel en la sociedad. Mientras que el primero se centraba en las restricciones impuestas a las mujeres por las estructuras sociales, el segundo exploraba los misterios y peligros asociados con el cuerpo femenino en sí mismo.

Los escenarios góticos, en sus narrativas, desde castillos hasta abadías, sirvieron como metáforas de las limitaciones impuestas a las mujeres, mientras que los vastos espacios interiores representaban los secretos y las profundidades del cuerpo femenino. Esta dicotomía entre el espacio exterior y el interior reflejaba las tensiones entre la opresión social y la individualidad femenina, creando un terreno fértil para la exploración literaria y la reflexión social.

El cuerpo de la mujer en el gótico no solo fue un objeto de deseo y peligro, sino también un sitio de resistencia y subversión contra las normas sociales dominantes. A través de sus obras, los escritores y escritoras góticos desafiaron las convenciones de su época y sentaron las bases para una exploración más profunda del género y la sexualidad en la literatura.

Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 45

Entradas que pueden interesarte

Sin comentarios