ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 51 | 19.07.2024

YA ESTA DISPONIBLE EN ESTAS PLATAFORMAS DE PODCAST | BÚSCALO CÓMO "EL PELADO INVESTIGA"

YA ESTA DISPONIBLE EN ESTAS PLATAFORMAS DE PODCAST | BÚSCALO CÓMO "EL PELADO INVESTIGA"

ISABELLA EUGÉNIE BOYER

0

Su rostro resplandece a 93 metros de altura bajo el sol radiante y, cuando el cielo se ensombrece, soporta estoica la lluvia. Circundada por toneladas de agua a sus pies y, en las alturas, por miles de aviones y pájaros, su mirada inmortal se dirige hacia Europa. Millones de personas se acercan cada año para contemplarla de cerca. Solo en 2022, recibió a tres millones de visitantes en su hogar de piedra. ¿De quién estoy hablando? De la Estatua de la Libertad y de la musa que habría inspirado su icónico rostro. Pocos saben que la modelo de este símbolo estadounidense fue una bella y millonaria mujer que murió hace 120 años, el 12 de mayo de 1904.

Al sur de la isla de Manhattan se erige el monumento más emblemático de Nueva York, cuyo nombre original fue: La Libertad iluminando al mundo. En la desembocadura del río Hudson, sobre la isla de la Libertad, se ubica esta estatua de 225 toneladas de cobre, oro, acero y fundición de hierro, que alcanza 93 metros desde su base. Inaugurada el 28 de octubre de 1886, un regalo del gobierno francés a los estadounidenses por el centenario de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, aunque se terminó de emplazar diez años más tarde.

La idea de semejante obsequio fue del jurista y político francés Édouard Laboulaye, quien encargó a su amigo, el joven escultor Frédéric Bartholdi, el diseño. Los materiales fueron seleccionados por el arquitecto francés Eugène Viollet-le-Duc, y la estructura interior de cobre fue obra del ingeniero Alexandre Gustave Eiffel. Diversos contratiempos retrasaron su finalización. Los primeros trabajos en terracota fallaron. En 1871, Francia cedió Alsacia a los alemanes y no recibió el apoyo esperado de los estadounidenses, lo que paralizó el proyecto. Pero el símbolo de la libertad y la república siguió en la mente de muchos y el proyecto se retomó tiempo después.

El escultor viajó a Estados Unidos para escoger el lugar de su ubicación, eligiendo la isla de Bedloe, rebautizada en 1956 como la isla de la Libertad. Tuvo que reunirse con el presidente Ulysses Grant y obtener la aprobación del Congreso. En 1874, la fundación de la Unión Franco Estadounidense recaudó fondos para esta mega obra, con 100 mil donantes y diversos eventos teatrales, deportivos, subastas y muestras de arte. Las piedras de la base del monumento se trajeron de las canteras de Euville, una aldea francesa famosa por su resistencia a la erosión del agua. Esperaba terminarla para el centenario en julio de 1876, pero no fue posible. La escultura sufrió daños y en marzo de ese año, una mano se rompió, posponiéndola nuevamente.

La cabeza y el brazo derecho llegaron a Estados Unidos antes que el resto de la estatua, que viajó desde Francia en 350 pedazos distribuidos en 214 cajas. La carga llegó a Ruan por tren, surcó el río Sena en un barco y partió en una fragata francesa, arribando a Nueva York el 17 de junio de 1886. En octubre de ese mismo año, se inauguró con la presencia del presidente Grover Cleveland.

La corona de la estatua tiene siete puntas que simbolizan los siete continentes y los siete mares, y cuenta con 25 ventanas. En su mano derecha, sostiene una antorcha que ilumina “a la humanidad” y en su mano izquierda lleva una tabla que alude a la ley. La llama de la antorcha está recubierta con oro. A sus pies, descansan cadenas rotas, simbolizando el triunfo de la libertad sobre la tiranía. Desde 1984, es Patrimonio de la Humanidad según la Unesco y está incluida entre las siete maravillas del mundo moderno, recordando al Coloso de Rodas, una maravilla del mundo antiguo.

Existen diferentes teorías sobre la modelo en la que el escultor francés se inspiró. Algunos creen que la cara remite a la diosa griega Hécate, otros piensan que fue su propia madre, pero la mayoría coincide en que fue Isabella. ¿Quién fue? Vamos con su historia. Nació en París el 17 de diciembre de 1841. El 13 de junio de 1863, a los 22 años y embarazada, se casó en Nueva York con Isaac Singer, de 52 años, fundador y creador del "motor para coser", patentado en 1851. El excéntrico millonario había revolucionado el mundo con su invento. Para 1860, la empresa fabricaba 60.000 máquinas al año, exportando un cuarto de ellas. Aunque no fue la primera, resultó ser la más confiable, capaz de dar 900 puntadas por minuto, veinte veces más de lo que cualquier costurera lograba.

El matrimonio con Isabella fue complicado porque Singer era polígamo, en su haber, se registran tres esposas y una veintena de amantes. Tuvo más de 19 hijos, y una de sus esposas, Mary Ann, lo denunció por bigamia, lo que resultó en su arresto. Pagó una fianza y huyó, seguido por Isabella. Se establecieron en París, y durante la guerra franco-prusiana, se trasladaron a Gran Bretaña. Evitaron regresar a Estados Unidos debido al rechazo de la alta sociedad neoyorquina por sus numerosos matrimonios e hijos.

Singer murió a los 66 años, el 23 de julio de 1875, dejando una fortuna de unos 14 millones de dólares, equivalente a más de 400 millones actuales. Isabella fue declarada su viuda legal y se convirtió en una mujer extremadamente rica. Se mudó a París con sus seis hijos, volviéndose una figura prominente en el mundo del arte y la música. Conoció al escultor Bartholdi, quien quedó impresionado por su rostro y lo utilizó como modelo para la Estatua de la Libertad.

Isabella se convirtió en la viuda más rica y alegre, codeándose con la realeza y los industriales de la época. Conoció al carismático músico holandés Víctor Reubsaet, y se casaron el 8 de enero de 1879. Su actual esposo adoptó el nombre de Nicolás y se dedicó a viajar por Europa entreteniendo a los ricos y nobles, aprovechando la fortuna de su esposa. Él obtuvo el título de Duque de Camposelice, y ella se convirtió en Duquesa. Asistían a todas las soirées de la aristocracia francesa y coleccionaban violines Stradivarius. Isabella siguió disfrutando de la vida y, en 1887, Víctor murió. Falleció el 12 de mayo de 1904 en París, dejando un legado impresionante. Gracias a Bartholdi, la mirada de Isabella sigue perforando el aire y atravesando los tiempos, desde lo alto de la Estatua de la Libertad.

Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 45

Entradas que pueden interesarte

Sin comentarios