Es un libro maldito que hizo su primera aparición en una película de terror de 1981, la cual luego se convirtió en una saga de culto. La historia gira en torno a este antiguo texto, también conocido como el “Libro de los Muertos”, que tiene el poder de controlar a los muertos y desatar espíritus malignos. Es un grimorio de nigromancia, una práctica oscura que busca invocar y controlar a los muertos, o, mejor dicho, a los cuerpos sin alma ni voluntad. Este libro prohibido se asemeja al famoso “Necronomicón”, un texto ficticio mencionado en varias historias de terror, principalmente en las obras de H.P. Lovecraft.
El “Necronomicón” es una pieza clave en las historias de Lovecraft, conectando diferentes relatos sobre antiguos dioses que luchan por el control del universo. Sin embargo, no todas sus páginas se enfocan en estas deidades. Algunas simplemente llevan a la locura a aquellos que se atreven a leerlas. El “Naturom Demonto”, por su parte, es una creación de la franquicia “Evil Dead”, una versión más accesible pero igualmente peligrosa del “Necronomicón”. A diferencia de los personajes eruditos que suelen acceder a este último en las historias de Lovecraft, los protagonistas de “Evil Dead” son un grupo de jóvenes que encuentran el libro en una cabaña aislada en el bosque. Estos adolescentes, sin conocimientos profundos en lo oculto, se ven atrapados en un ciclo de terror desencadenado por una grabación que activa el poder del libro.
En la historia, el manuscrito está encuadernado en piel humana y escrito con sangre, un detalle que lo convierte en un objeto aún más aterrador. Este concepto añade un elemento físico perturbador que lo distingue de la versión de Lovecraft, quien nunca especificó la apariencia exacta del “Necronomicón” en sus obras. Lo interesante del “Naturom Demonto” es cómo democratiza el acceso al horror. Ya no es un objeto exclusivo para los expertos en ciencias ocultas; incluso un grupo de adolescentes desprevenidos puede caer víctima de su maldición. Esta idea refuerza el concepto de que nadie está realmente a salvo de las fuerzas oscuras que se esconden en el mundo.
El legado del “Necronomicón” y el “Naturom Demonto” va más allá de las páginas de sus respectivos libros. Estos textos ficticios han inspirado a otros creadores, extendiendo su influencia en la cultura popular. Incluso el diseño de criaturas icónicas como el “Alíen” de Hans Rudi Giger tiene vínculos con el imaginario del “Necronomicón”. A lo largo de los años, ambos grimorios han dejado una marca imborrable en el género de terror. Mientras que uno es un símbolo de los horrores cósmicos y la locura que acecha en lo desconocido, el otro representa un tipo de terror más visceral y directo, donde el peligro puede surgir en cualquier momento y a manos de cualquiera.
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