Es una novela fascinante y única escrita por el renombrado astrónomo y divulgador científico Carl Sagan, publicada en 1985. La historia se centra en la astrónoma Ellie, quien desde niña se ve impulsada por su padre hacia el conocimiento y la ciencia, especialmente en el campo de la radioafición. En su adultez, trabaja en un proyecto dedicado a la búsqueda de inteligencia extraterrestre, en un contexto marcado por la ciencia y las inquietudes de la década de 1980. La historia resalta la evolución de la relación entre la protagonista y su madre, quien rehízo su vida tras la muerte del padre, una circunstancia que creó una distancia entre madre e hija, aislándola a esta en su mundo científico.
La trama cobra vida cuando detecta una señal proveniente de la estrella Vega. Este descubrimiento no es producto de un rebote terrestre ni puede explicarse fácilmente como un fenómeno conocido, la señal incluye una secuencia de números primos, un patrón matemático que difícilmente podría originarse sin una inteligencia detrás. Ante el hallazgo, el mundo se moviliza para investigar y descifrar el mensaje, y toda la comunidad científica internacional se une en este esfuerzo.
Mientras la historia avanza, Sagan profundiza en los desafíos personales y emocionales de la protagonista, quien también experimenta una relación amorosa. No obstante, el autor da prioridad a la pasión por la ciencia y su búsqueda incansable de conocimiento, sugiriendo que, en su deseo por conectar con otros seres, se distancia de las personas más cercanas a ella en la Tierra. Es una metáfora sobre cómo el trabajo y la devoción profesional pueden hacer que las personas pierdan el contacto con sus seres queridos.
En el relato también figura un científico soviético y amigo cercano de la protagonista, con quien intercambia ideas y opiniones políticas. Esta relación amistosa es un reflejo del panorama político de la época, en el que los dos bloques mundiales -el comunista y el capitalista- se enfrentan en plena Guerra Fría. La interacción entre ambos refleja la realidad de aquellos años, permitiendo una exploración más humana y política de la historia.
El proceso de decodificar el mensaje se convierte en el eje central de la novela. El mensaje alienígena plantea preguntas fundamentales sobre la humanidad y cómo esta respondería a un contacto con seres de otro mundo. Sagan explora esta inquietud con profundidad, planteando temas como la unidad global frente a la fragmentación, las luchas de poder y las tensiones geopolíticas. La humanidad, como bien describe el autor, podría verse dividida, ya que este contacto significaría tanto una oportunidad para muchos como un peligro para otros, una posibilidad de cooperación o, tal vez, un riesgo para la civilización.
Carl Sagan, a través de su única novela de ciencia ficción, coloca en el centro de la discusión los miedos y las ambiciones humanas. Al exponer a la humanidad ante una hipotética civilización más avanzada, nos obliga a cuestionar nuestra naturaleza y la fragilidad de nuestras disputas terrenales. El contacto extraterrestre se convierte, así, en una metáfora para analizar nuestra realidad. El ser humano podría no estar preparado para una verdad que desafíe sus ideas establecidas. La novela se convierte en una reflexión profunda sobre la necesidad de entendimiento y conexión humana, más allá de las barreras que nosotros mismos creamos.
La historia también sugiere que el ser humano teme lo desconocido y, al mismo tiempo, lo anhela. El autor ilustra este deseo con un guiño al mito de la caverna, donde la humanidad, reacia al cambio, se muestra cautelosa e incluso hostil ante los descubrimientos de otros. La resistencia al cambio y el miedo a lo desconocido se entrelazan en la trama, recordándonos que, si bien hemos alcanzado grandes avances, seguimos temiendo aquello que podría alterar nuestras estructuras conocidas.
Finalmente, "Contacto" nos lleva a cuestionarnos sobre el papel de la ciencia y el conocimiento en nuestra búsqueda de significado. La novela plantea una verdad universal: mientras más exploramos el universo, más evidente es la necesidad de explorar nuestro propio mundo interior. La protagonista, en su dedicación al estudio de la señal extraterrestre, representa a la humanidad en su anhelo de descubrir nuevos horizontes, pero también en su necesidad de conectar con sus propios semejantes.
Recopilación
El PELADO Investiga
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