ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 69 | 22.11.2024

EL AGUA DE LUNA


El Agua de Luna es un elemento fundamental en la brujería desde hace siglos, especialmente en la práctica wiccana. Es simplemente agua que se carga con la energía de la luz de la luna, un proceso que la transforma en una poderosa herramienta para rituales, hechizos y limpiezas espirituales. A lo largo de los años, ha ganado popularidad y se ha convertido en un componente esencial en la magia natural, con una infinidad de usos.

El proceso de preparación es bastante sencillo, aunque puede ajustarse según la experiencia del practicante y las intenciones específicas que se deseen cargar en el agua. Lo primero es seleccionar un recipiente adecuado, preferiblemente de vidrio y que pueda sellarse por completo. Si bien el color del recipiente no es esencial, en la Wicca se utilizan frascos de distintos colores según la intención. Por ejemplo, un frasco azul puede simbolizar la calma o la sanación, mientras que uno rojo puede representar la pasión o la fuerza.

El agua que se utiliza puede ser de varias fuentes, aunque tradicionalmente se prefería el agua de manantial o de lluvia. Si no tienes acceso a estas fuentes, el agua del grifo también funciona, aunque debe hervirse por 12 minutos para purificarla antes de usarla. Una vez enfriada, ya está lista para cargarse bajo la luz de la luna. En algunos casos, las brujas congelan el Agua de Luna para prolongar su vida útil, lo que también ayuda a conservar sus propiedades mágicas.

Un detalle importante: nunca debes agregar hierbas frescas o secas al Agua de Luna, ya que el material orgánico se descompondría rápidamente. Algunos practicantes usan cristales o piedras, pero esto depende del uso que se le dará al agua. Hay que tener cuidado, si planeas beber el Agua de Luna, no uses cristales, ya que muchos de ellos pueden ser tóxicos.

Una vez que el agua está lista y en su frasco, se debe colocar en un lugar donde reciba los rayos de la luna, de preferencia al aire libre o en un altar. Lo ideal es hacerlo durante la luna llena, ya que esta fase se cree que otorga más poder al agua. Sin embargo, también se puede hacer en otras fases de la luna según el propósito del ritual. Por ejemplo, la luna creciente se utiliza para potenciar el crecimiento y los nuevos comienzos, mientras que la luna menguante es ideal para reducir o eliminar energías no deseadas.

El frasco debe colocarse después de la puesta del sol y retirarse antes del amanecer, evitando que los rayos del sol lo toquen. Durante la noche, algunas brujas optan por cantar, recitar afirmaciones o simplemente meditar sobre sus intenciones, pidiendo a la luna que cargue el agua con su energía.

El Agua de Luna tiene múltiples usos en la brujería. Puede agregarse a baños para purificar el cuerpo y la mente, o usarse para limpiar objetos rituales. También es común en limpiezas energéticas de espacios, rociando algunas gotas en las esquinas de las habitaciones para expulsar energías negativas. Algunas brujas wiccanas la utilizan para escribir sigilos y símbolos mágicos en ventanas y puertas, mezclándola con cenizas de incienso.

Otra tradición medieval es emplear el Agua de Luna para lavar el cabello, siguiendo antiguos ritos de "glamour" o belleza mágica. Sin embargo, no se recomienda beber el Agua de Luna directamente a menos que sea parte de un ritual avanzado, donde solo se añaden unas gotas a bebidas como té o café. Si piensas hacerlo, asegúrate de que el agua sea segura para el consumo.

El Agua de Luna debe almacenarse en lugares frescos y oscuros, y es recomendable envolver el frasco en un paño negro para protegerla de la luz. Si decides congelarla, asegúrate de dejar espacio en el frasco para que el agua se expanda. Es importante también etiquetar la fecha en la que fue preparada, la fase lunar y el signo astrológico en que se encontraba la luna. Esto no es esencial, pero le añade un nivel de detalle al proceso y facilita su uso en rituales más específicos.

También puedes preparar Agua de Luna durante la Luna Oscura, que son los tres días en que la luna no es visible en el cielo. Este tipo de agua es más poderosa para limpiezas profundas y destierros de energías negativas o entidades en un espacio. Aunque el proceso de recolección es el mismo, su uso está más orientado a trabajos de protección y purificación.

No se trata solo de poner agua bajo la luna. Se le puede agregar pequeños detalles para amplificar su poder. Coloca el frasco sobre un espejo, que refleja la energía lunar, o utiliza incienso lunar para fortalecer la conexión con la luna. Puedes invocar a deidades como Selene, Diana o Hécate, figuras asociadas con la luna en diversas tradiciones. Estos pasos hacen que el ritual sea más efectivo y significativo.

El Agua de Luna es una herramienta versátil y poderosa en la brujería, que se puede usar de muchas formas. Su preparación y uso dependen de la intención del practicante, lo que la convierte en una fuente mágica adaptable a cada necesidad. Al honrar las fases de la luna y seguir los pasos correctos, el Agua de Luna puede convertirse en un aliado esencial para quienes practican la magia natural.

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El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 64

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