Hoy voy a relatarles una historia, un hecho triste que cuando lo recuerdo aún no le encuentro explicación. La fecha el 08 de septiembre de 2014. Era tarde noche, venía viajando en el tren de regreso a mi hogar luego de una jornada laboral extensa y agotadora. Sentado del lado de la ventana en el vagón donde me encontraba, con la mirada perdida mientras escuchaba música con mi celular, de improviso este me suena y al verlo tengo una llamada entrante, es de un amigo.
Al atender y saludarle, noto en su voz un tono de tristeza, le pregunto qué sucede. Sin mucho rodeo me informa que ha fallecido un amigo que teníamos en común. La lúgubre noticia me impacta. Me pongo de pie. Espero que el tren se detenga y desciendo. No pensaba con claridad. Observo que me faltan aún siete estaciones para mi destino final.
Al irse la formación y quedarme solo en el andén, retomo la conversación con el portador de tan triste noticia. En unos segundos se me llenan los ojos de lágrimas. Una gran amargura me invade por completo. Del otro lado del celular hacen silencio, pasado unos minutos me calmo y le pregunto de qué falleció, donde lo velaran, etc. Al despedirme y cortar la llamada, me senté en uno de los bancos de la estación. Me quedé unos minutos con las dos manos sobre mi cabeza, trato de analizar algo que sobrepasa mi entendimiento y raciocinio.
Con rapidez, salí de la estación y me dirigí a la parada de autobuses. Mientras espero llamo a mi esposa y le comunico la noticia, luego de una breve conversación, me subo al transporte público, que venía semi vació. Me dirijo al fondo, me siento. Mi cabeza piensa mil cosas, de pronto me suena el celular, al mirar quien llama, observo que es número de mi amigo que acaba de fallecer, pensando que es su esposa, que me llama, utilizando su teléfono, para comunicarme la nefasta noticia.
Al atender y saludarla, ocurre algo que hasta hoy no le encuentro una explicación lógica. Cómo nadie me responde, vuelvo a saludarla y comienzo a escuchar un sonido extraño, un ruido a estática, a interferencia, como si la señal se cortara o no llegara bien al dispositivo, en segundo cesa y escucho una voz que me dice:
“Quédate tranquilo, yo estoy bien… No te preocupes, un abrazo”
Al término de la conversación, vuelve el ruido a estática y la llamada concluye. Mi corazón se acelera, me mareo, siento un escalofrío en todo mi cuerpo, me quedo en silencio, me lagrimean los ojos, no sé si es de tristeza, alegría o temor. Al llegar a mi casa, mi esposa me está esperando en la sala, me abraza para consolarme.
A los pocos minutos se suma mi hija, que al enterarse rompe a llorar, ya que ella le decía, “el hombre que hacía magia” Es la primera vez que lo hago público, muy pocos saben esta historia, hoy la comparto con ustedes… ¿Y vos que estás escuchando esto? ¿Qué piensas que sucedió? ¿Fue todo una jugada de mi mente? O realmente paso…
Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 65
