ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 70 | 29.11.2024

EL LIBRO DE LAS PESADILLAS


También conocido como “Liber Mære”, es uno de los grimorios más enigmáticos relacionados con el mundo onírico. Este texto, vinculado al pensamiento teosófico liderado por figuras como “Helena Petrovna Blavatsky” y “Annie Besant”, propone una teoría fascinante y aterradora: la posibilidad de manipular los sueños ajenos y proyectar pesadillas a distancia. El título del libro se deriva del término anglosajón “Mære” “Mare”, que persiste en la palabra inglesa “Nightmare” (pesadilla). Eran entidades demoníacas nocturnas, similares a los íncubos y súcubos, que podían infiltrarse en los sueños de las personas y causar visiones terribles.

Este grimorio, postula que es posible “hackear los sueños” utilizando una combinación de magia negra y técnicas de sugestión. Según sus páginas, las pesadillas telepáticas pueden ser diseñadas e implantadas en la mente de un receptor durante el sueño. Aunque los métodos descritos en el libro son primitivos, guardan similitudes con teorías psicoanalíticas y prácticas esotéricas del siglo XVIII y XIX. La transmisión onírica se aprovecha de la vulnerabilidad del inconsciente, una región donde las barreras de la mente consciente (comparadas con un "firewall" o antivirus) se debilitan durante el sueño. Esto permite que deseos reprimidos o pensamientos externos tomen forma en un espacio simbólico. El primer paso para inducir pesadillas, según este libro, es el rito del “Ephallesthai”, inspirado en el mito griego de “Efialtes”, un demonio asociado con los terrores nocturnos. Este ritual involucra tres etapas principales:

1. Meditación: El nigromante entra en un estado de concentración profunda.
2. Visualización: Se crea una imagen mental detallada de la pesadilla deseada.
3. Proyección: Utilizando una conexión emocional o física con el receptor, se transmite el sueño a su mente.

El objetivo es encontrar y explotar una "grieta" en las defensas psicológicas del soñador, utilizando símbolos que resuenen con sus deseos reprimidos. Las pesadillas inducidas, también llamadas "sueños invasivos", destacan porque suelen parecer “extrañas o inconsistentes” incluso mientras se experimentan, a diferencia de las pesadillas comunes que sólo resultan absurdas al despertar. Esto se debe a que el inconsciente del soñador puede detectar elementos intrusivos y aislarlos dentro del sueño. Un ejemplo literario de esta idea se encuentra en los relatos de Lovecraft, como “La sombra fuera del tiempo”, donde entidades de otro plano hackean la mente de un científico en coma para recopilar información de nuestro mundo. Aunque pueda parecer descabellado, la teoría de las pesadillas proyectadas ha sido explorada por grandes pensadores:

- Sigmund Freud, en su ensayo “Sueños y telepatía” (1922), analiza la posibilidad de influir en los sueños de otros.

- Carl Jung, en “De la esencia de los sueños”, introduce la idea de transferencia onírica, afirmando que los sueños pueden ser manipulados y proyectados.

Ambos coinciden en que el inconsciente puede ser influido por factores externos, aunque divergen en sus explicaciones. El Libro de las Pesadillas, propone una clave para detectar pesadillas inducidas: la “sensación de extrañeza”. Si, durante la pesadilla, algo parece ilógico o inconsistente, es probable que se trate de un pensamiento intruso. Además, estas pesadillas suelen:

1. Interrumpir el flujo normal del sueño.
2. Generar emociones intensas sin una causa clara.
3. Provocar despertares abruptos.

El libro advierte que las pesadillas proyectadas son más efectivas cuando existe una “relación cercana” entre el emisor y el receptor, ya sea física o emocional. Esta conexión facilita la intrusión onírica y puede generar sueños recurrentes o visiones de una misma persona. Por último, solo decir, que el Libro de las Pesadillas, mezcla magia, psicología y mitología para explorar los límites del sueño y el inconsciente. Aunque sus teorías no son científicamente comprobables, invitan a reflexionar sobre el poder de la mente y su susceptibilidad durante el sueño. Como decía Lovecraft, "no está muerto lo que puede yacer eternamente". Quizás lo mismo puede decirse de los sueños... y de las pesadillas.

Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 70

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