ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 121 | 12.12.2025

LA PÚLPITA NEGRA


El origen de este grimorio antiguo, se ha mantenido durante siglos entre el mito y el archivo prohibido. Su origen se atribuye a un manuscrito francés del siglo XVIII o comienzos del XIX, surgido al calor de la fascinación europea por Egipto tras las campañas napoleónicas. La obra aparece sin autor confirmado, envuelta en anonimato deliberado, como si su propio creador hubiera querido ocultarse detrás del misterio que describe. Desde sus primeras menciones, el libro fue señalado como uno de los grimorios más extraños y peligrosos de su tiempo, una mezcla de relato iniciático y manual de talismanes que prometía, entre otras cosas, un conocimiento capaz de alterar la fortuna humana.

Según la tradición, el texto narra la experiencia de un oficial francés que habría sobrevivido a una emboscada en el desierto. Rescatado por un anciano que habitaba una cámara oculta bajo estructuras milenarias, el soldado habría recibido enseñanzas sobre talismanes, invocaciones y signos que, según el maestro, descendían de una línea secreta preservada desde la antigüedad. Entre esas enseñanzas se mencionaba un objeto imposible: la “Púlpita Negra”, una gallina capaz de poner huevos de oro bajo las órdenes del iniciado correcto. El simbolismo es evidente, pero también inquietante: una promesa de riqueza ilimitada anclada en fuerzas invisibles y en un precio nunca explicitado del todo.

Los historiadores coinciden en que el contexto en el que surgió el grimorio fue fundamental para su impacto. Europa atravesaba un período de cambios abruptos. La razón ilustrada convivía con supersticiones persistentes. Las traducciones de textos árabes, judíos y egipcios circulaban con una libertad inédita. Muchos lectores buscaban respuestas en lo oculto, mientras otros perseguían señales de un conocimiento perdido que pudiera otorgar poder en un mundo convulsionado. En ese clima, un libro que ofrecía acceso a talismanes supuestamente capaces de controlar fuerzas invisibles y transformar el destino económico de quien los dominara resultaba seductor y peligroso a la vez.

Las teorías sobre la naturaleza real del texto se multiplicaron desde sus primeras apariciones. Algunos especialistas en esoterismo lo consideraron un compendio auténtico de herramientas mágicas egipcias reinterpretadas por autores franceses. Otros sostuvieron que era un pastiche literario diseñado para lucrar con la moda orientalista de la época. Incluso hubo quienes lo acusaron de ser un fraude deliberado, una pieza apócrifa creada para llamar la atención de crédulos, curiosos y buscadores de atajos espirituales. Aun así, el libro sobrevivió a críticas, quemas y censuras, y continuó reapareciendo en ediciones clandestinas y traducciones parciales.

Los testimonios que rodean el grimorio son tan variados como perturbadores. Coleccionistas han reportado diferencias sutiles entre ediciones: símbolos que cambian de posición, talismanes modificados, páginas añadidas o faltantes. Algunos sostienen que estas variaciones son simples errores de imprenta. Otros creen que las alteraciones responden a manos secretas que intentaron adaptar el contenido a diferentes tradiciones ocultistas conforme el libro se difundía. Existen relatos de personas que aseguraron sentir inquietud o pesadez al reproducir los símbolos del libro, como si una presencia taciturna acompañara el trazo. A pesar de ello, las supuestas manifestaciones físicas son escasas y vagas; la mayor parte de los testimonios apunta a coincidencias extrañas, pequeños cambios en la fortuna o sueños recurrentes donde aparece la figura silenciosa de una gallina negra protegiendo un objeto brillante.

Los investigadores más rigurosos han tratado de reconstruir el itinerario histórico del texto. La mayoría coincide en que sus raíces combinan elementos de magia ceremonial europea, simbolismo cabalístico reinterpretado y la estética del orientalismo francés. Esta mezcla dio lugar a una obra híbrida, difícil de clasificar, que se mueve entre la ficción iniciática y el manual esotérico. La propia estructura del libro —relato seguido de instrucciones— sugiere un propósito doble: entretener y seducir, pero también inducir al lector a creer que las claves verdaderas se ocultan bajo la superficie.

La conclusión más aceptada entre los especialistas es que su verdadero poder no reside en los talismanes que describe, sino en su capacidad para activar imaginarios. Ese es su hechizo: permitir que personas separadas por siglos encuentren en sus páginas la misma sensación de inquietud, la misma promesa tentadora, la misma duda que se clava en la mente como una sombra persistente. No importa tanto si sus enseñanzas son auténticas; importa que siguen invitando a creer que existe un mecanismo invisible detrás de la vida, un engranaje secreto que podría cambiarlo todo, si tan solo se supiera pronunciar el nombre correcto.

En definitiva, el grimorio sobrevive porque toca un nervio universal: la tentación de abrir una puerta prohibida con la esperanza de hallar un tesoro y la sospecha de que detrás de ese tesoro siempre habrá un vacío que reclama sacrificio. Es ese filo ambiguo entre fe y perdición lo que mantiene viva la leyenda de la Púlpita Negra, un libro que sigue acechando desde la penumbra, como si esperara que alguien más se atreva a descifrarlo.

Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 121

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