ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 69 | 22.11.2024

¿QUÉ ES LA PARÁLISIS DEL SUEÑO?


Despertar y encontrarte incapaz de moverte mientras una sensación de terror te envuelve es una experiencia desgarradora. Esto se llama parálisis del sueño, un fenómeno donde tu cerebro te dice que estás dormido aunque estás despierto. Durante la etapa del sueño REM, tu cuerpo se paraliza temporalmente para evitar que actúes tus sueños. Si te despiertas durante esta fase, te sientes atrapado, a veces con alucinaciones.

Cuando sufres parálisis del sueño, podrías estar soñando despierto, experimentando pesadillas vívidas sin poder moverte. Esto dura brevemente, generalmente menos de un par de minutos, y ocurre al quedarte dormido o al despertar. Puedes tener alucinaciones intensas, sentirte como si flotaras o pensar que alguien en tu habitación, a veces incluso creyendo en abducciones extraterrestres.

La parálisis del sueño es más común de lo que puedas imaginar, afectando hasta al 8 por ciento de las personas. Ocurre más a menudo en adultos jóvenes, mujeres y personas de raza negra, así como en aquellos con depresión, ansiedad o narcolepsia.

Durante estos episodios, vas a sentirte como si te ahogaras, debido a la irregularidad en la respiración durante el sueño REM. Aunque es aterrador, no es peligroso. Si se repite con frecuencia, consulta a un médico. Hay formas de controlarlo y mejorar tus hábitos de sueño para prevenirlo:

→ Rutina de sueño
Ir a la cama y levantarse a la misma hora todos los días puede regular tu ciclo de sueño.
→ Evita pantallas antes de dormir
La luz azul de dispositivos como televisores, computadoras y teléfonos puede interferir con el sueño.
→ No uses dispositivos en la cama
Mantén tu habitación libre de tecnología para asociarla solo con el sueño.
→ Evita siestas largas
Las siestas diurnas prolongadas pueden interferir con tu ciclo de sueño nocturno.
→ Limita los estimulantes
Evita cafeína y otros estimulantes cerca de la hora de dormir.

Después de considerar los consejos prácticos para mejorar el sueño y abordar la parálisis del sueño, quiero explorar un aspecto más profundo que involucra nuestra espiritualidad.

Entrar en silencio, en la paz de Dios, es un desafío significativo en medio del bullicio y el caos. Es un ejercicio de dominio propio sobre el ruido tanto externo como interno. Enfrentar el sufrimiento sin caer en la indignación pasiva requiere más que resignación; implica transformar el dolor en una fuerza positiva, alimentando nuestro entorno con perseverancia y ejemplo.

Quienes logran este estado espiritual, aunque en diferentes grados, están preparados para influir positivamente en la sociedad. Pueden controlar una multitud furiosa y manejar situaciones difíciles, como la parálisis del sueño, con una seguridad interior que proviene del silencio del alma.

Al entrar en este silencio del alma, uno adquiere una seguridad espiritual que ayuda a enfrentar los desafíos emocionales y espirituales. Este estado no solo protege contra el sufrimiento interior, sino también contra influencias negativas de seres espirituales.

El evangelio de Lucas (21,36) “Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir”. Nos exhorta a permanecer vigilantes y orar constantemente para protegernos de lo que puede ocurrir. Esto resuena con la idea de mantenernos arraigados en la paz espiritual y la conexión con lo divino, no solo para protegernos de los desafíos del mundo físico, sino también de las fuerzas espirituales negativas.

Si bien puede ser aterrador, la parálisis del sueño no requiere atención médica inmediata, pero no ignores episodios repetidos. Un profesional de la salud puede ayudarte a manejarlo y descartar cualquier otro problema subyacente.

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