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En los últimos años, las teorías sobre una invasión extraterrestre han ganado gran popularidad, principalmente gracias a los medios de comunicación y la cultura popular. Sin embargo, existe una interpretación que cuestiona la validez de esta narrativa, sugiriendo que lo que se presentará al mundo no será una invasión auténtica, sino un escenario elaborado para manipular a la humanidad. Este concepto proviene de información transmitida por entidades cósmicas a través de estados de trance profundo, conocidas como “Comunicaciones de Conciencia Cósmica”, quienes, lejos de afirmar certezas absolutas, instan a la humanidad a explorar y cuestionar todo lo que se le presenta. La "Conciencia Cósmica" no pretende ser la fuente definitiva de la verdad, sino más bien una invitación a la reflexión y el descubrimiento personal.
Una de las revelaciones más sorprendentes es la existencia de tecnologías avanzadas capaces de proyectar imágenes en el cielo, donde se utilizan máquinas y técnicas holográficas que parecen provenir de fuentes externas. Este fenómeno se logra mediante la manipulación de partículas ionizadas en la atmósfera, utilizando tecnología avanzada, como láseres y proyectores holográficos. En algunos casos, se emplean aviones para dispersar sustancias químicas en la atmósfera, lo que facilita la creación de pantallas reflectantes para estas proyecciones. Estas imágenes podrían ser utilizadas en escenarios de control social o incluso en la preparación de la humanidad para lo que se denomina una “invasión falsa”.
En paralelo, se ha observado un aumento en la aparición de referencias a los llamados “reptilianos” en medios de comunicación, incluyendo comerciales y programas de divulgación. Esta tendencia podría no ser casual, ya que se estaría buscando preparar a la humanidad para la presencia de estas entidades extraterrestres, con el objetivo de presentar una narrativa coherente para el futuro. Al mismo tiempo, las investigaciones sobre estos seres y su potencial amenaza parecen haberse intensificado en ciertos círculos, con grandes inversiones en la investigación de estos seres.
Un concepto relevante en esta narrativa es la mención de un planetoide que se dirige hacia la Tierra, una idea que ha circulado en diversos círculos desde hace más de una década. Este planetoide, a veces denominado Nibiru o el Duodécimo Planeta, se cree que ya ha llegado y se encuentra en las cercanías de Plutón. Se especula que, desde allí, naves de los reptilianos y otros seres están utilizando bases en la Luna, Marte e incluso en Titán, una luna de Saturno, para lanzar misiones hacia nuestro planeta. De acuerdo con esta visión, ya tendrían una presencia establecida, y su influencia podría extenderse en los niveles más altos del poder global.
Se sugiere que uno de los objetivos de la élite extraterrestre es generar una falsa invasión, donde se presentará a ciertos grupos de seres alienígenas como los salvadores de la humanidad, mientras que, en realidad, estarán trabajando a favor de los reptilianos. Esta invasión fabricada serviría como distracción de la verdadera amenaza representada por las fuerzas hostiles de Sirio y las Pléyades, quienes son descritos como los verdaderos aliados de la humanidad. La idea es crear un escenario en el que los extraterrestres que se presenten como protectores de la Tierra en realidad están bajo el control de los reptilianos, mientras que el género humano se enfrentará a aquellos que en realidad desean su liberación.
Una de las tácticas propuestas en este escenario es la manipulación de la narrativa sobre el Área 51, un sitio conocido por su asociación con el estudio de fenómenos OVNI. La idea es que este sitio se convertirá en el centro de atención mundial, donde se organizará un “aterrizaje” extraterrestre que será presentado como un evento legítimo. A través de la selección cuidadosa de los medios de comunicación, se creará una narrativa que avale la existencia de estos seres extraterrestres, aunque todo sea parte de una fachada diseñada para manipular a la humanidad.
Una pieza importante de este rompecabezas es la llamada "carta ET", una estrategia que fue mencionada por Henry Kissinger después de los atentados de Oklahoma. Según la conciencia cósmica, este tipo de jugada diplomática se ha utilizado en varias ocasiones para justificar ciertos acuerdos internacionales, como el Acuerdo de Paz en Dayton, Ohio, durante la guerra de Bosnia. En este acuerdo, se presentó la amenaza extraterrestre como una razón para que los países en conflicto se unieran en la búsqueda de la paz. La carta ET, en este caso, serviría para crear un escenario donde la humanidad, amenazada por extraterrestres, se vería obligada a unirse bajo un gobierno global.
Uno de los aspectos más inquietantes de este escenario es la creación de híbridos o mestizos, seres mitad humanos y mitad reptil, que podrían ser utilizados como intermediarios entre los extraterrestres y los seres humanos. Estos híbridos, creados a través de abducciones y manipulaciones genéticas, formarían parte de un ejército preparado para intervenir en la invasión, actuando en nombre de los alienígenas. Además, la conciencia cósmica menciona la existencia de más de 25 millones de personas en Estados Unidos que han sido implantadas con tecnología extraterrestre, lo que las haría susceptibles al control mental de los reptilianos.
Recopilación
El PELADO Investiga
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