ESCUCHA EL #EXPEDIENTE Nº 95 | 13.06.2025

LA JUVENTUD SE VA

Interpretada por el legendario cantante argentino Sandro, formó parte del álbum “La Magia de Sandro”, editado en 1968. Este disco, producido por Héctor Techeiro y con arreglos de Jorge López Ruiz, consolidó a Sandro como una figura emblema de la balada romántica en español, combinando letras profundas con arreglos orquestales.

En “La Juventud Se Va”, Sandro se adentra en una reflexión melancólica sobre el paso del tiempo, usando la nostalgia como vehículo emocional. Habla de viejos retratos que reviven momentos de una “primavera” que, según la letra, “ya nunca volverá”. Esa primavera no es otra cosa que la juventud perdida, una etapa luminosa que se escapa irremediablemente. Pero el tema no se queda en el lamento: también habla de aceptación. Lo que pasó permanece en la memoria como un tesoro, un “recuerdo feliz de un ayer que se fue”.

En la pieza musical se menciona también la ausencia de los hijos, un tema universal que conecta con quien escucha: los hijos crecieron y se fueron, dejando el hogar silencioso. Esa soledad no es solo física, sino emocional, porque lo que se pierde no son solamente las personas, sino también una parte de uno mismo. A través de esa evocación, Sandro nos recuerda que cada etapa reclama un modo de vivirla, no de temerla.

Para entender mejor el contexto, hay que recordar quién era Sandro. Conocido como El Gitano, Roberto Sánchez revolucionó la música en español a fines de los años 60. Su voz profunda, su presencia apasionada y sus letras cargadas de sentimiento lo distinguen. Lanzó varios discos exitosos antes de “La Magia de Sandro”, entre ellos “Presentando a Sandro” (1964) y “Alma y Fuego” (1966). Pero fue con “La Magia de Sandro” donde incluyó un tema tan emotivo como “La Juventud Se Va”, junto a otros clásicos que definieron su estilo.

La canción nos lleva a pensar sobre la vejez y la memoria. Pero también nos obliga a preguntarnos cómo vivimos el presente. Cada verso es un llamado para valorar el momento, porque solo la conciencia del paso del tiempo permite que ese momento se convierta en un recuerdo significativo. No se trata de evitar envejecer, sino de hacerlo con dignidad, sabiendo que la vida es un ciclo.

Ese mensaje conecta con experiencias universales: los hijos que parten, los amores que cambian, los días que ya no volverán. Pero también con la resiliencia: lo vivido no se pierde si lo conservamos con ternura. El canto de Sandro se convierte, entonces, en una especie de consuelo compartido: no hay que llorar por lo que se fue, sino darle un lugar en la historia de cada uno.

Desde un punto de vista musical, “La Magia de Sandro” es un disco elegante, con arreglos orquestales que mezclan cuerdas y vientos, creando una atmósfera nostálgica ideal para una canción como “La Juventud Se Va”. Ese entorno musical refuerza el mensaje emocional, amplificando la sensación de elegía y memoria.

Hoy, más de cinco décadas después, la canción sigue vigente. Nos habla de lo esencial: que lo único real es nuestro paso por la vida, y que ese paso deja huellas que el tiempo no borra. Para quienes escuchen esta pieza, puede ser un espejo: ¿qué primavera viví?, ¿cuál se escapó, y qué del recuerdo puedo convertir en fortaleza?

“La Juventud Se Va” nos invita a aceptar el envejecimiento, a honrar los recuerdos y a vivir el presente con pasión. Porque en cada retrato, en cada recuerdo, hay una vida que fue y una que sigue latiendo.

Tema musical incluido en el #expediente 95, del 13.06.2025

Recopilación
El PELADO Investiga
# EXPEDIENTE 95

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